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L. CASO
Domingo, 11 de octubre 2009, 04:37
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«Yo, en conjunto, les doy un diez». Así de contundente se mostró Rafael, uno de los expertos que ayer acudió, procedente de Miravalles, a la cata de manzana de mesa organizada por el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (Serida) en Villaviciosa, dentro del Festival de la Manzana.
La novedosa iniciativa tuvo lugar en la Carpa de Encuentros y captó el interés de un centenar de catadores. Examinaron los siguientes tipos de manzana: reineta roja de Canadá, reineta gris y florina, de origen francés. Todas ellas habían sido seleccionadas previamente por el Serida y los catadores tenían que darles una puntuación del 1 al 10 valorando el aroma, el sabor y la acidez. La entidad regional tendrá en cuenta sus impresiones.
«La prueba de las de sidra ha sido muy buena. Esta cata sirve para aprender a distinguir el fruto», añadió Rafael. Por su parte, Roberto, otro de sus compañeros de actividad, vecino de Mieres y productor de manzana de sidra, calificó la cata de «muy interesante tanto para el consumo de mesa como para su cultivo ecológico».
La cata fue una de las actividades del variado programa que se ha preparado dentro del Festival de la Manzana de Villaviciosa. Por la mañana, el técnico Enrique Dapena fue el encargado de dirigir la visita guiada a la pomarada que tiene el Serida en Oles.
Medio centenar de personas -la mayoría procedentes del Sur de España- siguieron con atención sus explicaciones. Conocieron las principales características de la manzana asturiana. Dapena habló del cultivo, el aprovechamiento del fruto, su biodiversidad, el control biológico y las distintas variedades de manzanos.
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