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Ossa TR 280i. El nuevo modelo de trial se empezará a producir en agosto en las instalaciones de Gerona.
La Ossa sale de su letargo
Sociedad

La Ossa sale de su letargo

La mítica marca catalana de motocicletas resurge con un prototipo de trial y una línea de moda masculina

PPLL

Sábado, 16 de enero 2010, 04:11

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En aquellas ciudades españolas de los 60 y los 70, salpicadas aún de descampados, los chavales solían soñar con motocicletas. Fue la época dorada de las tres grandes marcas españolas -Montesa, Ossa y Bultaco-, nombres de relevancia internacional que dividían a la juventud en grupos casi irreconciliables: uno podía ser, por ejemplo, 'bultaquista', y defendía su logo con la misma pasión que se emplea con los equipos de fútbol. Bultaco y Montesa son populares hoy como líneas de ropa -la segunda, además, persiste como parte de Honda-, pero Ossa y su mítico trébol de cuatro hojas se limitaban a sobrevivir en la memoria de la afición desde que la empresa dejó de producir en 1985.

Ahora, un cuarto de siglo después, Ossa resurge por sorpresa con un modelo de trial y una gama de ropa masculina. Bajo el nombre de Ossa Factory, la nueva sociedad tiene detrás una inversión de seis millones de euros, pero quizá su mayor capital sea la carga icónica e histórica de la propia marca. «Hemos querido recuperar esa fuerza de los años gloriosos -explica el director general, Joan Gurt-. En ferias como la de Milán, donde nos hemos presentado, ha habido gente que no conocía Ossa y ha captado inmediatamente el historial brutal que había detrás, la potencia de una marca legendaria que ha tocado multitud de campos».

En sus comienzos, de hecho, Ossa no tenía nada que ver con las motos: allá por los años 20, en los albores del cine sonoro, la familia Giró fundó Orfeo Sincronic S.A. -eso quieren decir las misteriosas siglas- como fabricante de equipamiento cinematográfico. Después produciría también máquinas de coser, pero el gran salto llegó tras la Guerra Civil con la figura de Manuel Giró, un apasionado del motor que en el conflicto desempeñó tareas de enlace, transportando partes bélicos en una moto con sidecar. Ossa comercializó su primera motocicleta en 1951 y dio comienzo a una trayectoria formidable, en la que destacan los nombres de los pilotos Santi Herrero, fallecido en 1970 en un accidente en la Isla de Man, y Mick Andrews, un mago británico del trial que la compañía se trajo a vivir a Castelldefels.

6.500 euros

El vehículo clásico de Andrews viene a ser el abuelo de la TR 280i, la nueva Ossa de trial, un prototipo de estética contemporánea diseñado por Josep Serra 'Xiu'. «Hemos trabajado en el más absoluto hermetismo con el propósito de volver a ser una marca innovadora, que inventa. Básicamente hemos utilizado la lógica, recolocando y redistribuyendo los elementos de la moto que son absolutamente necesarios», explica Gurt. Con motor monocilíndrico de 272,2 centímetros cúbicos, sistema de inyección electrónica, horquilla invertida y un peso de 67 kilos en vacío, se empezará a producir en agosto y su precio de mercado rondará los 6.500 euros. Este año sólo se fabricarán 1.200 unidades, de las que se exportarán tres cuartas partes, pero en 2011 está previsto elevar la cifra a 3.000. «Es una moto espectacular que, en el mercado del trial, va dos o tres pasos por delante de las demás. ¡Y, además, es una Ossa!», vende el director general.

La otra rama de la nueva empresa es la textil, casi ineludible en estos tiempos. Con el diseñador Oscar Parella al frente, la línea aspira a recuperar el atractivo bohemio y algo canalla de los motociclistas de los 60 y los 70 y, cómo no, aprovecha en algunos detalles el color del trébol, ese luminoso 'verde Ossa'. «El aire retro, 'vintage', se encuentra en auge ahora mismo. La estética de aquella época gusta», comenta Gurt. En realidad, para muchos jamás ha dejado de estar vigente: que se lo digan a todos esos fanáticos de las motos clásicas que, en los foros de Internet, todavía son capaces de enzarzarse en encendidas discusiones sobre las virtudes y los defectos de la Bultaco Gold Medal, ponerse nostálgicos con una Ossa Desert perdida o describir con ternura la Montesa Impala Comando que guardan como un tesoro en el garaje.

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