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APERTURA DEL CENTRO NIEMEYER

14.000 personas en la inauguración del Niemeyer con Woody Allen como protagonista

El cineasta neoyorquino reunió a una multitud para el concierto con el que se abrió el centro cultural. «Hoy no estoy aquí como cineasta, sino como horrible músico», bromeó el director. El ministro Ramón Jáuregui asegura que el proyecto «es una apuesta de Asturias y España por la modernidad».

J. M. URBANO

Viernes, 25 de marzo 2011, 23:22

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Woody Allen fue la indiscutible estrella de la inauguración del Centro Niemeyer. Llegó a Asturias «emocionado» de ser el protagonista, junto su grupo New Orleans Jazz Band, de la apertura del centro cultural que Avilés aspira a convertirse en uno de los referentes internacionales de Asturias. «Nosotros siempre tocamos sólo para nuestro propio placer, cuando alguien viene estamos encantados y sorprendidos», señaló Allen, que llegó al Principado acompañado llegó a Oviedo acompañado de su mujer, Soon Yi Previn, y sus hijas Manzie y Brechet. El genio neoyorquino se mostró feliz. Considera que «siempre es una buena oportunidad venir» a Asturias y expresó su deseo de poder aprovechar su estancia en el Principado para «comer y pasear». «Amo la atmósfera, es maravilloso», proclamó ante los medios de comunicación.

Pocas horas después inauguraba, junto al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y el cantautor Luis Eduardo Aute el Film Center. Su selección de películas estrenará a partir del martes estas instalaciones. La primera de las películas en proyectarse será Rashomon, de Akira Kurosawa.

El presidente del Principado ensalzó el apoyo del director de 'El sueño de Cassandra' al proyecto cultural de Avilés. La idea del Film Center, recordó Areces, nació apadrinado por él. Por eso la butaca número 7 de la fila 5 lleva su nombre. Y Allen respondió con elogios al proyecto de la Fundación Niemeyer, al que calificó como « prometedor y precioso». «Algún día se verá aquí alguna de mis películas», prometió.

También Aute ensalzó el centro. «Hace siete meses -cuando participó en varios actos de la fundación- viendo el nivel de ejecución de las obras dije que la inauguración en marzo era un sueño. Ahora ese sueño se ha hecho realidad», alabó el polifacético creador.

Por su parte, Ramón Jáuregui ensalzó el Niemeyer como «una apuesta de Asturias y España por la modernidad, un proyecto de futuro para encarar el siglo XXI».

Pero el plato fuerte de la jornada llegó poco después, cuando en su vertiente de músico, Woody Allen se subió al escenario de la plaza situada frente al auditorio junto a su grupo de jazz. «Hoy no estoy aquí como cineasta, sino como horrible músico», comentó antes de iniciar la actuación con los dos maletines en los que lleva sus clarinetes en la mano. 14.000 personas se reunieron para este concierto. Diez mil invitaciones estaban agotadas desde hacía días, pero al final prácticamente hubo puertas abiertas. Ni siquiera la lluvia consiguió desanimar a los asistentes. Hubo paraguas y chubasqueros entre el público, pero la multitud resistió encantada al ritmo de Allen en lo que desde la organización se ha definido como «un día histórico para Avilés».

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