Ya son dos los mineros que dejan el encierro por razones de salud

Ya son dos los mineros que han tenido que dejar el encierro-protesta que mantenían desde hace onde días en los pozos de Candín de Hunosa en Langreo y Santiago de Aller. La salud manda.

El primero en subir a superficie, a las tres de esta madrugada, ha sido un trabajador del pozo langreano aconsejado por los servicios médicos de la empresa. Sus compañeros de encierro reclamaron a esa hora la presencia de un médico ante el nerviosismo del minero.

Hacia las tres y media de la madrugada, el doctor accedió al pozo y tras aproximadamente una hora en el interior de la mina y después de chequear al trabajador, aconsejó al minero abandonar el encierro, a lo que el se negó.

Finalmente fue convencido por el médico y por los otros cuatro encerrados y el trabajador acabó abandonando la protesta.

Una ambulancia de Hunosa, de guardia las veinticuatro horas del día desde que se iniciaron los encierros, trasladó al minero al hospital Valle del Nalón de Riaño, donde se le practicó un chequeo más completo, y, tras comprobar que el trabajador ya se había tranquilizado, fue dado de alta.

Hunosa mantiene operativo por razones de seguridad el servicio telefónico que permite comunicar el pozo con el exterior.

El segundo de los trabajadores en dejar el encierro pertenece al pozo Santiago, en Aller. Lo ha hecho a primera hora de esta tarde tras serle descrito un cuadro de ansiedad.

El trabajador señaló esta mañana que no se encontraba bien, durante la visita rutinaria de los servicios médicos y del delegado minero de seguridad este mediodía, ha informado la empresa pública Hunosa a la que pertenece el pozo. Ha sido evacuado en ambulancia al hospital Álvarez Buylla, en Mieres.

En este pozo se encerraron hace once días cinco mineros, mientras que otros tantos lo hicieron el mismo día en el pozo Candín (en Langreo), días después de que otro grupo de mineros se encerrara en una mina berciana.

Los médicos han encontrado hoy animados y fuertes a los otros ocho trabajadores encerrados en Asturias, aunque no se descartan nuevas evacuaciones, según Hunosa, que les controla mediante cuatro médicos, seis asistentes técnicos sanitarios y dos ambulancias con presencia continua a pie de pozo.