«La OSPA se merece un mayor reconocimiento»

Tampoco es cuestión de relatar su currículum, porque se antoja imposible. Baste decir que Juanjo Mena es, a sus 47 años, el director titular de la Orquesta Filarmónica de la BBC, tras haberlo sido de la sinfónica de Bilbao durante casi una década, principal director invitado del teatro CarloFelice de Génova durante tres años o de haberse puesto a la batuta de orquestas de la talla de la filarmónica de la Scala o la sinfónica de Chicago, entre otras muchas.

Este vasco de Vitoria, director, asimismo de ópera (desde Billy Budd de Benjamin Britten a Las bodas de Figaro de Mozart), llega con todo este equipaje esta tarde a la catedral de Oviedo. Será a las 20 horas, para dirigir el tradicional Mesías de Händel, interpretado por el coro de la Fundación Príncipe de Asturias, la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA) y la soprano Raquel Lojendio, el tenor Gustavo peña, el barítono Jochen Kupfer y el hermano del director, el contratenor Carlos Mena, como solistas.

El Mesías sonará en la catedral en un acto gratuito y abierto al público. Ante todo, ¿cómo acercarse a esta obra?

Puede parecer algo inalcanzable: la grandeza, a veces, hace parecer las cosas lejanas. Pero no es así: Händel es muy directo, muy en contacto con el público. Es una música muy placentera y cercana.

Sabrá que estos días se representa, precisamente, una ópera suya: Agrippina, y no a todos ha entusiasmado...

Es una ópera como no la entiende mucha gente. No es italiana, con un texto fácil, además de su enorme duración.Encima tengo entendido que la puesta en escena es muy moderna, con un cambio de época...Puede que para llegar a esa complejidad se necesite algo más de preparación. Pero Händel es impresionante.

Dirige en una catedral, ni más ni menos. ¿Qué sensaciones le produce este escenario?

Ya había hecho una gira con la Orquesta Barroca de Sevilla: las catedrales son un lugar de recogimiento, donde la música te abraza, te acaricia. Tengo entendido que habrá un público numeroso, y posiblemente logremos una acústica razonable.

¿Qué tal está trabajando con la Orquesta Sinfónica del Principado?

Le tengo un enorme cariño a esta orquesta. La he tratado con cierta asiduidad y creo que tiene un gran nivel técnico.Siempre he creído que merecía un mayor reconocimiento: me quedé impresionado con su interpretación de la Clásica de Prokofiev, todo un test para cualquier orquesta.

Hablando del acercamiento a la música, está usted dirigiendo en las islas Británicas. ¿Cuánto se nota la diferencia en el mundo sajón?

En Gran Bretaña hay una mayor actividad musical. A nosotros, en la BBC, nos vienen colegios enteros a los ensayos. Y no vienen solo a pasar el día: vienen con ideas, a preguntar, a ver. La música tiene una utilidad práctica.

¿Y en Estados Unidos?

Es un público mucho más entendido. Allí el donor, el mecenas, que paga un millón de dólares a una orquesta lo hace porque quiere sentirlo, vivirlo y aprender de ello.