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«No soy un entusiasta de adelantar el debate sobre el modelo de financiación»
POLÍTICA

«No soy un entusiasta de adelantar el debate sobre el modelo de financiación»

Fernández defiende que el futuro sistema garantice que ninguna región pierda fondos y asegure una «igualdad radical» en la prestación de los servicios públicos

I. GÓMEZ

Jueves, 17 de enero 2013, 04:07

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Al presidente del Principado le gustan más bien poco las prisas que le han entrado al Gobierno central con la reforma del modelo de financiación autonómica. «No soy entusiasta de ese adelanto», señaló ayer Javier Fernández, sabedor, no obstante, de que el proceso tiene todos los visos de coger carrerilla, de ahí que ya tenga las ideas claras respecto de cómo abordarlo. Fernández defiende por encima de todas las cosas que un hipotético nuevo sistema garantice «una radical igualdad en la prestación de los servicios públicos en el conjunto de España».

En el fondo lo que se adelanta es el debate, no la reforma en sí, porque según trascendió por parte del Gobierno central la pasada semana, un nuevo modelo no entraría en vigor previsiblemente antes de 2014. Pero el asunto ya se lanza y se pone sobre la mesa justo en el momento en que el Ejecutivo se plantea cómo desencallar el conflicto abierto con Cataluña a raíz del impulso de su proyecto soberanista. Una nueva financiación estaría entre las contrapartidas que maneja Mariano Rajoy con vistas a desactivar el problema.

Más allá de que el adelanto de los plazos no guste a Fernández, el presidente y secretario general de la FSA sabe que la clave del asunto es el desenlace de las conversaciones a varias bandas que se abrirán en los próximos meses. Así lo señaló ayer en Navia, donde participó en una reunión de agrupaciones socialistas de la comarca noroccidental. «A mí lo que me importa», reflexionó, «es el resultado de la negociación, que tiene que pasar por una radical igualdad en la prestación de servicios públicos» en el conjunto del país.

Negociación que debe tener en cuenta un principio que, remarcó, se ha valorado en las negociaciones de los anteriores sistemas de financiación y, por tanto, también del actual: «Partir de una regla de statu quo». Esto es, que ninguna autonomía salga dañada en el reparto. «Ninguna comunidad debe perder financiación cuando se llegue a un nuevo modelo que sustituya al vigente», explicó.

Ese argumento tiene una explicación. En un momento de escasez de recursos, se da por sentado que el nuevo sistema se basaría en repartir de otra manera los fondos actuales, sin inyección de dinero adicional. Y, con esos condicionantes, existe el temor de que otras comunidades con más peso político Cataluña o mayor afinidad con el Ejecutivo central las gobernadas por el Partido Popular, que son la mayoría salgan beneficiadas en esa reordenación.

El mensaje del Ejecutivo regional es claro y se sustenta, según había explicado por la mañana el portavoz del gabinete, Guillermo Martínez, al término de la reunión semanal del Consejo de Gobierno, en un principio básico: la solidaridad interregional. Un criterio que, sostuvo el también consejero de Presidencia, no puede romperse en una hipotética reforma del modelo de financiación autonómica. Con el sistema vigente, Asturias recibe 2.424 euros por habitante, por encima de la media nacional, fijada en 2.232 euros.

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