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COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN DEL 'CASO RENEDO'

Areces defiende a sus consejeros, pero no a Otero

El expresidente del Principado negó que conociera que Riopedre pudiera tener algún tipo de relación con la empresa Geogal, vinculada al hijo del exconsejero

RAMÓN MUÑIZ

Jueves, 21 de febrero 2013, 15:27

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Tres años de investigación judicial después, el equipo de Vicente Álvarez Areces sigue centrando en la funcionaria Marta Renedo su análisis sobre el presunto caso de corrupción. En toda organización humana hay personas que eluden los controles, cuando eso ocurre hay que detectarlo y denunciarlo pero no todo se puede hacer desde la vía de la legislación, manifestó esta mañana el expresidente del Principado. El hoy senador admite que todo es mejorable pero subrayó los límites de la Administración: ¿Cómo se puede evitar que una persona falsifique firmas? No lo sé, pero no es con un procedimiento legislativo. Vicente Álvarez Areces ha asegurado sentirse "orgulloso" de la gestión del Gobierno regional que presidió durante doce años y que, ha subrayado, detectó las presuntas irregularidades detectadas en el caso Renedo, las denunció y colaboró en su investigación.

El expresidente tildó de loable el objetivo de la comisión, si lo que pretende es reformar el sistema, pero advirtió de que para pretender fiscalizar previamente los 70.000 expedientes de contratación hace falta un ejército de personas. La prueba máxima de que los controles funcionaron está en que el Principado denunció esto, destacó. Más allá de la funcionaria, Álvarez Areces expuso que conozco a Riopedre desde hace 41 años, tengo la imagen de lo que fue su vida en ese dilatado periodo y es una persona que siempre luchó por las libertades. Desgraciadamente ahora tiene una situación compleja, aparece en este procedimiento, está sometido a la Justicia, y yo confío en la Justicia. En el fragor del debate, el diputado popular Agustín Cuervas-Mons le reprochó que defendiera al exconsejero de Educación y a su número 2 María Jesús Otero, a lo que Areces matizó con enfado que le dije que opinaba de personas que conozco desde hace años, y no me generalice usted con otras personas que han participado en la Administración del Principado y no han estado a la altura de las circunstancias.

Areces se preocupó en reiterar el derecho a la presunción de inocencia que asiste a Riopedre (él ha dicho que es inocente y yo no puedo ir más allá) pero si afanó tanto o más en destacar la actuación de Ana Rosa Migoya. A la exconsejera de Administraciones Públicas atribuyó toda la iniciativa para apartar a Marta Renedo de la función pública, denunciarla a la policía, y ordenar una inspección de los contratos que tramitó.

La aludida era la tercera compareciente de la mañana pero, como los imputados que ayer participaron en la comisión, se atuvo a su derecho a no declarar. Migoya pronunció un discurso inicial, destacando que no conocía a Renedo y que la funcionaria ocupó la plaza de jefa de servicio a propuesta de los directores generales técnicos. Como informaba hoy EL COMERCIO, la exconsejera no reconoce las firmas que se le puedan atribuir en todos los expedientes tramitados por Marta Renedo en tanto no se practique una pericial caligráfica sobre los mismos. Creo que he sido víctima de una asombrosa sofisticación en el falseamiento de firmas. Migoya trasladó su sensación de indefensión al verse imputada en la causa sin conocer a día de la fecha que concreta actuación penada por la ley se me puede reprochar.

Antes de Migoya, compareció el exconsejero Jaime Rabanal, quien reconoció que era una práctica no regular el fraccionamiento de contratos menores, pero que ésta minoró. Aclaró que eran unas 40 las empresas homologadas y ninguna tenía más del 20% del catálogo validado. En palabras del consejero, los procedimientos son los correctos, lo que fallaron son las personas, una posición que defendió con un ejemplo gráfico: No conozco un solo caso donde tras saltarse una línea continua un conductor, Tráfico se plantee que hay que cambiar la línea.

La sesión de la mañana ha dejado detalles de otra época. El expresidente Vicente Álvarez Areces accedió a la Junta a las ocho de la mañana, evitando así una protesta de la Xunta pola defensa de la Llingua, concentrada a las puertas del parlamento a las nueve y que para la ocasión sacaron a su estandarte, la Pita. Llevábamos cuatro años sin sacarla, explicaron. El hoy senador quiso entrar en la comisión y declarar, intento que frenó el presidente de la misma, Ignacio Prendes, explicándole que sólo podía entrar en la sala cuando se le llamara para ello. Al término de su alocución, Álvarez Areces se despidió de los diputados informándoles de que debía acudir a dar una conferencia sobre educación.

El 'caso Renedo', en directo 84188 Si

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