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El HUCA detecta los dos primeros casos graves entre los intoxicados en Asturiana
AVILÉS

El HUCA detecta los dos primeros casos graves entre los intoxicados en Asturiana

Se ordenan más pruebas después de que se confirmen problemas renales, oftalmológicos y neurológicos

FERNANDO DEL BUSTO

Miércoles, 6 de marzo 2013, 10:01

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Las primeras consultas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a los trabajadores de Ingenierías del Norte (IMSA) afectados por intoxicaciones de mercurio mientras trabajaban en una parada técnica para el mantenimiento en Asturiana de Zinc (AZSA) ha confirmado que en al menos dos de los intoxicados las consecuencias para su salud son «graves», aunque no «irreversibles», según el testimonio de los propios afectados.

En uno de ellos, que permaneció hospitalizado durante varias semanas, se le ha apreciado en una primera consulta lo que puede ser un principio de cataratas, por lo que se le ha citado para un estudio más detallado y confirmar el diagnóstico.

De acuerdo con el compromiso alcanzado por la Dirección General de Salud Pública, el servicio de Medicina Interna del HUCA asumía el seguimiento de los afectados en la contrata durante los próximos años. En febrero comenzaron a realizarse las primeras consultas. El mercurio es el metal pesado que alcanzó mayores concentraciones, aunque no el único. Así, los análisis también localizaron otras sustancias como zinc.

Varios de los trabajadores citados han comentado a LA VOZ DE AVILÉS su experiencia, si bien solicitaron permanecer en el anonimato. La mayoría de ellos aún se encuentra de baja y aseguran que, tras un reportaje publicado en este diario, recibieron comentarios amenazantes de facultativos que trabajan en las Mutuas donde aún los atienden. «No les gustó, incluso alguno nos comentó que cuidado con lo que decíamos, ya que el alta la daban ellos», aseguró uno de los afectados.

Además, la mayor parte de los trabajadores aún se encuentra en situación de baja laboral, por lo que solicitan eliminar datos personales con el fin de evitar posibles problemas. Frente a esta situación, relatan que el tratamiento recibido en la sanidad pública «ha sido perfecto, hemos tenido lo que nos han negado hasta ahora: acceso a los especialistas y las pruebas que necesitábamos». El eje de la primera consulta es una entrevista clínica en profundidad con una internista. A partir de ahí, además de nuevas analíticas, se emplazan citas diferentes especialistas. La facultativa solicita una información detallada tanto de los daños físicos sufridos en diciembre como de los síntomas que aún sufren los afectados por mercurio.

Hasta el momento, se han detectado problemas oftalmológicos en la mayoría de las personas, por ejemplo visión borrosa, solicitando estudios del campo visual; renales (la práctica totalidad refiere dolores en los riñones y, en ocasiones, necesidad de miccionar con más frecuencia que la habitual), y también neurológicos por temblores en el cuerpo. Otro rasgo frecuente es un aumento de la fatiga y el cansancio, lo que ha motivado que se giren interconsultas con Cardiología para realizar pruebas de esfuerzo. Algunos de estos exámenes habían sido solicitados por los afectados ante la Mutua desde el pasado mes de diciembre y sólo ahora se atiende esa demanda. De forma generalizada, los afectados también son enviados a Salud Mental por problemas de ansiedad, dificultades para dormir o un mayor nerviosismo.

Otro rasgo común es que las analíticas reflejan una reducción de los niveles de mercurio en la sangre, en algunos casos aún se encuentran por encima de los 15 microgramos por litro, si bien en la mayor parte de las personas con las que habló este diario se encuentran por debajo.

Con todo, el mayor riesgo que presentan los altos niveles de mercurio es que parte de ese metal pesado no se expulse del cuerpo de forma natural, sino que permanezca en diferentes órganos alterando su normal funcionamiento.

Las sucesivas consultas se van emplazando a lo largo de marzo y también en abril, especialmente en servicios como Oftalmología, donde existe una gran carga de trabajo. Por ejemplo, en el pasado mes de diciembre, la demora media en el servicio en Oviedo alcanzaba los 43 días.

Por otra parte, la empresa IMSA ya ha elaborado un informe preliminar con su versión de los hechos sucedidos durante la parada técnica de finales de noviembre y que se ha remitido a las autoridades laborales. Mientras, Asturiana de Zinc aún sigue con los trabajos y no existe constancia de que se haya facilitado documentación alguna a las autoridades. De esta manera, prosigue la investigación sobre lo que se considera como uno de los mayores accidentes laborales por intoxicación de mercurio.

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