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De izquierda a derecha, Rosa Alvaré, Belarmino ‘Mino’ A. Suárez y María Jesús Díaz, jefa de estudio, director y secretaria del centro, respectivamente. :: MARIETA
Como una gran familia
colegios de la comarca: centro rural agrupado castrillón-illas

Como una gran familia

Vivir en un pueblo tiene sus ventajas, como la de un colegio cercano, íntimo y con atención personalizada

CRISTINA DEL RÍO

Martes, 2 de abril 2013, 22:15

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Raúl, Covadonga y Jairo salen de sus casas a las 8.55 y en apenas cinco minutos entran por la puerta del colegio de La Callezuela, la capital de Illas. Ni autobuses ni madrugones. Tener el centro escolar, como quien dice, a la vuelta de la esquina, tiene una serie de ventajas. La cercanía geográfica no es la única que se da en las aulas de La Callezuela, La Peral, Naveces, El Pontón, San Miguel y Pillarno, integrantes del Centro Rural Agrupado Castrillón-Illas.

Alejadas por completo del antiguo concepto de colegio rural, estas aulas, aunque independientes físicamente entre sí, responden al modelo habitual de escuela. Las mismas materias, el mismo profesorado y las mismas infraestructuras. Las diferencias son más para los docentes que para los alumnos. Son los profesores los que al principio del curso se enfrentan a la laboriosa tarea de confeccionar horarios y, durante él, acumulan kilómetros de coche para impartir las clases en las distintas aulas. Unos 500 al mes.

El objetivo primigenio de los centros rurales agrupados (CRA) era acercar el centro de estudio al escolar residente en un pueblo. Condicionados por el número total de niños en edad de escolarización, las aulas pueden albergar en el mismo espacio a escolares de ambos ciclos, tanto de Infantil (de 3 a 6 años) como de Primaria (de 6 a 12). Lejos de suponer un retroceso para los mayores, los profesores aseguran que es sumamente enriquecedor, tanto en el plano académico como en el personal, principalmente por la retroactividad que se da entre los alumnos y la receptividad de los más pequeños que van asimilando conceptos de forma natural mientras son explicados a sus compañeros mayores. A esta adquisición inconsciente de conocimientos se suma la atención individualizada, adaptada al ritmo de unos alumnos a quienes los profesores conocen perfectamente desde los tres años, y la cercanía con las familias. Los lazos entre alumnos y la vinculación con el centro se refuerzan con servicios como el desayuno escolar en la localidad de Pillarno y de comedor en La Callezuela.

La única pega que podría encontrarse a los centros rurales agrupados podría ser la desconexión de las distintas aulas, que los chavales de La Callezuela terminaran el ciclo de Infantil y Primaria sin conocer a sus compañeros de Naveces, por poner un ejemplo. Los educadores luchan contra este aislamiento con tres jornadas de convivencia al año, más otras treinta de diferentes características que se suman a las actividades realizadas a través de las nuevas tecnologías. De esta forma no es extraño que los 101 alumnos del CRA Castrillón-Illas se conozcan por el nombre.

La Callezuela, Naveces y Pillarno son las localidades que aportan más alumnos, lo que permite habilitar más de un aula (tres, dos y dos, respectivamente) en función de las edades. En La Peral, El Pontón y San Miguel, con 8, 9 y 10 alumnos cada una, los chiquillos comparten espacio desdoblándose en función de la materia. Son, de hecho, los profesores especialistas, los responsables de impartir Inglés, Educación Física, Música, Asturiano, Religión, Pedadogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, los que itineran entre los centros y lo que exige, en ocasiones, flexibilizar el horario del recreo para que al maestro le dé tiempo a llegar porque, si bien se cuida al máximo la confección de los horarios, a veces la cuadratura del círculo es imposible.

En cualquier caso, estos pequeños ajustes son asumidos con total normalidad y forman parte del día a día de un centro en el que se respira un gran ambiente. Muestra de ello es, según el equipo directivo, las impresiones de padres y docentes recogida a final de curso cada año a través de una encuesta de calidad.

Otro aspecto también tenido muy en cuenta por el personal del CRA es el equipamiento. Cuentan con la misma dotación tecnológica que los centros urbanos para el uso de los alumnos, pero se esfuerzan al máximo por economizar medios y evitar derroches centralizando el uso de determinadas máquinas en la sede central y administrativa del colegio, en Vegarrozadas.

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