El exgerente de la Universidad niega que Igrafo pagara la reforma de su casa

Eusebio González, el que fuera gerente de la Universidad hasta el pasado mes de febrero, declaró ayer como imputado en el 'caso Renedo'. Un informante anónimo promovió la vinculación del economista con este proceso de corrupción haciendo públicas una serie de facturas, por valor de 6.339,89 euros. Los recibos fueron expedidos por la empresa Zitec por una instalación eléctrica, iluminación y adecuación del sistema antirobo del domicilio que González tiene en el Oriente de la región. El abono de las facturas lo firmó Igrafo. El anónimo daba así a entender que el gerente había hecho obras con cargo a uno de los proveedores de la Universidad, una sospecha que provocó la destitución de González y su imputación en el caso.

El aludido prestó ayer, y por primera vez, declaración judicial sobre el asunto negando la mayor. Fuentes jurídicas indicaron que González reconoció que recurrió a Igrafo para realizar la reforma, pero aseguró haber pagado de su bolsillo «unos 6.000 euros» por los trabajos. La empresa de Víctor Manuel Muñiz no le habría entregado la correspondiente factura, pero el exgerente aseguró tener en su poder recibos que acreditarían que, efectivamente, pagó por el servicio contratado.

González agregó que, tras la instalación, había detectado fallos en la obra, llegando incluso a requerir a un perito para que valorase a cuánto ascendían los defectos. Según el especialista, la sustitución de los elementos defectuosos tendría un coste de unos 2.300 euros. El exgerente declaró ayer por exhorto en el juzgado de Llanes, pero se comprometió a entregar la documentación que avala su versión en el juzgado de Instrucción 2 de Oviedo, cuyo titular es Ángel Sorando y que lleva la investigación de 'caso Renedo'.

«Mi cliente ha respondido a todas las preguntas que se le formularon y lo ha aclarado todo», informó el abogado de la defensa, Andrés Martínez Cenayes. Además, Eusebio González «explicó que no tenía facultades de contratación más allá de determinados contratos menores y de suministro; dentro de estos participó en unos 50 contratos, y sólo uno de ellos se hizo a una empresa que, por lo que ahora hemos sabido por los medios de comunicación, tiene cierta relación con Igrafo, y en todo caso fue a propuesta de un técnico de la Universidad», expuso el letrado.

Parte de las cuestiones versaron sobre la supuesta contabilidad B de Igrafo. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se incautaron en la empresa de apuntes contables que evidencian una tesorería paralela. Dentro de ésta, hay una cuenta abierta bajo la denominación 'gerente Universidad', con entradas y salidas de fondos durante varios años. En mayo de 2007, por ejemplo, se consignó una «salida metálico 1.500 euros». Es un momento en el que González no era gerente universitario. A las preguntas que se le hicieron sobre estos movimientos, aseguró ignorar cómo Igrafo llevaba sus cuentas ni a qué responden estos apuntes.