Chicote transforma L'Orbayu

"Poca cosa me dice que esté en Asturias a excepción del cachopo". En la cocina de L'Orbayu nada salía bien. La sidrería de Las Vegas (Corvera) arrastraba una deuda de 25.000 a los que cada mes sumaban entre 1.500 y 2.000 euros de pérdidas. Por eso Sandra, su propietaria, acudió en busca de la ayuda de Alberto Chicote y 'Pesadilla en la cocina ' (laSexta). El primer contacto del popular chef con la carta del restaurante no fue nada positiva. "Los callos, los mejillones, las croquetas... Se congela todo", explicaban en la cocina. En palabras de Chicote: "Basura".

Del local original queda muy poco tras el paso del popular chef por su cocina y su barra. La fachada principal está revestida ahora de madera, el interior ha sido completamente remodelado y la carta de especialidades también ha cambiado. En la nueva carta, cebollas rellenas, pimientos rellenos, croquetas de cabrales, mejillones a la marinera, fabada, fabes con almejes y arroz guisado, entre otros platos. Porque, según Chicote, "cocinar mal en esta tierra es para darte de galletas".

La grabación del programa se hizo en una semana, en la que la Policía Local tuvo que llegar a intervenir debido a que eran muchos los curiosos que trataban de agolparse a la puerta para ver lo que se estaba 'cocinando' dentro, motivo por el que los técnicos del equipo de laSexta pidieron su intervención. Tras el cambio, Chicote se despidió durante una comida en la que participaron como comensales distintos representantes de la sociedad corverana, desde la Asociación de Amas de Casa hasta la Policía Local, pasando por la Banda de Gaitas de Corvera.

El programa se convirtió en Trending Topic estatal en las redes sociales. Con la etiqueta #ChicoteOrbayu , muchos usuarios quisieron plasmar en Twitter sus impresiones sobre la transformación de la sidrería corverana. "La sidreria L'Orbayu no es un restaurante, es un centro sociocultural anarquista. Todo Dios hace lo que le da la gana", señalaba VientuNordes mientras que Pichaquito apuntaba a un cambio de personal como solución. También hubo referencias a uno de los grandes problemas del establecimiento, las largas esperas de la clientela: "Si Jesús hubiera hecho la última cena en L'Orbayu todavía estaría allí esperando el postre", bromeaba Tomás Canorea. La gran sensación en las redes sociales fue Esperanza, la madre de Sandra: "Puede que esta Esperanza sea familiar de Esperanza Aguirre", decía Sergio Pérez Freire mientras que María Ripoll resumía su carácter asegurando que "le falta un collar para parecer un rottweiler".