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Laura Fonseca
Miércoles, 21 de mayo 2014, 12:23
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Se habla de ella como la puerta de acceso a la sanidad pública y suele ser puesta por las nubes por las autoridades por su alto nivel de resolución, sin embargo, la Atención Primaria no seduce a las nuevas generaciones. Más bien, todo lo contrario. En Asturias, las futuras promociones de médicos huyen de la medicina de familia y se inclinan por especialidades «con más futuro laboral y mejores condiciones de trabajo y también de sueldo». Dermatología y anestesia, por ejemplo, figuran a la cabeza. En la última convocatoria de plazas de formación, las conocidas como MIR, el 35,4% de las de medicina de familia quedaron desiertas. El Servicio de Salud de Principado (Sespa) ofertaba este año un total de 48 plazas de esta especialidad, de las que se escogieron 31 y 17 quedaron sin asignación al no haber demandantes.
En otras comunidades, ser médico de familia tampoco resulta atractivo para los residentes. En Castilla y León, por ejemplo, no se cubrieron el 21% de las plazas y en Cataluña ocurrió lo mismo con el 8%. Sin embargo, es Asturias la comunidad donde porcentualmente más sangría hubo, con casi cuatro de cada diez vacantes desiertas. En opinión del presidente del Sindicato Médico (Simpa) esto se debe, por una parte, «al desprestigio que sufre la especialidad debido al abandono progresivo de las autoridades sanitarias y, lo que es peor, a la escasez de medios y de recursos humanos». Javier Alberdi cree que «la Atención Primaria en Asturias es una de las peores del ámbito nacional. Los últimos barómetros dan cuenta de una caída libre y en picado de la que durante muchos años fue la sanidad mejor valorada de todo el Sistema Nacional de Salud».
Este facultativo, que trabaja precisamente como médico de familia, considera que «el Principado deja de ser destino principal para formarse a pesar de tener unos excelentes formadores que han sabido enseñar a numerosas promociones». Como ejemplo, recuerda que de los diez residentes de medicina familiar y comunitaria que acabaron el MIR en el Hospital de Cabueñes, apenas dos se quedan en la región. «El resto, imagino, está abocado a emigrar ya que las perspectivas laborales de futuro no son nada halagüeñas». Los últimos datos revelan que el paro médico creció un 31,5% el último año y se teme que se duplique en 2014.
250 jubilaciones
Alberdi apunta, además, que en los próximos cinco ó seis años se jubilarán en Asturias «entre 250 y 300 médicos de Primaria», por lo que serán necesarios más efectivos. Sin embargo, las futuras generaciones «emigran debido a las precarias condiciones de trabajo, la incontrolable demanda asistencial con consultas sobresaturadas y la completa desmotivación de los profesionales».
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