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LOS NIÑOS SE QUEDAN SIN MODELO

Juan Neira

Miércoles, 8 de octubre 2014, 18:21

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La revelada fortuna de José Ángel Fernández Villa, y su desconocido origen, deja al sindicalismo de inspiración socialista y al PSOE en estado de shock. El guardián de las esencias, el líder de los mineros, la referencia ideológica del PSOE astur, haciendo uso de la amnistía fiscal de Rajoy, instrumento jurídico creado para sacar de apuros a banqueros, empresarios de riesgo, tonadilleras y trotamundos.

¿Qué nos habían estado contando hasta ayer mismo a la tarde? ¿No habíamos quedado en que la derecha evadía y el socialismo los perseguía? ¿No eran los discípulos de Villa, en su doble vertiente, política y sindical, los pata negra del progresismo? ¿No era el propio josiángel un monumento a la ética? ¿Puede decirnos Ana González qué van a estudiar a partir de ahora nuestros niños en las escuelas? ¿Sabe la consejera a qué santo se van a poder encomendar? Primero fue la decepción de los Reyes Magos y ahora llega el desengaño del sindicalismo de clase, que dio paso a la nueva clase de sindicalismo.

Después de la amnistía fiscal y los 1,4 millones sin justificar ya no será posible creer en el paraíso.

La familia socialista asturiana se abraza fraternalmente con la andaluza, porque en el mismo día que conocemos las andanzas de Villa, la Fiscalía Anticorrupción pide la imputación de los dos últimos secretarios generales de UGT-Andalucía. Miércoles negro para el progresismo.

A poco bien que se mire se aprecian grandes diferencias entre Andalucía y Asturias. Aunque se tire el secretario general de la UGT desde la Giralda, Susana Díaz no suspende una reunión del Consejo de Gobierno. En Asturias, las primeras revelaciones del caso hicieron que Javier Fernández dejara a sus consejeros plantados y corriera a la sede de la FSA para hacer una declaración de principios. En Sevilla no cesan las palmas, mientras que en la sede social de la FSA las caras del Javier Fernández, María Luisa Carcedo y Jesús Gutiérrez eran de luto. ¿Quién murió? La ética.

..Y la paciencia. A estas alturas de la película es difícil decir qué molesta más si la doble vida del gran líder sindical asturiano o la hipocresía del resto dándose por sorprendidos. ¿Nadie sabía nada? ¿Nadie escuchó a Campelo en su día? ¿Se puede seguir manteniendo en pie esa rancia liturgia de los líderes socialistas que dan su vida por los menesterosos? ¿Cómo se atreven a hablar de transparencia si nunca se quitan el burka?

Es muy fácil dar lanzadas a moro muerto, cuesta más hacer un ajuste entre vivos. Respetemos al sindicalista jubilado, porque hay que reconocer que es muy fatigoso dar ejemplo de pobre cuando ocupas un lugar destacado en el sindicato de los ricos.

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