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Jesús Sanz Montes abraza a Ignacio Alonso Areces tras entregarle el decreto de su nombramiento.
«Animo a hombres y mujeres a ofrecerse como voluntarios»

«Animo a hombres y mujeres a ofrecerse como voluntarios»

El nuevo director de Cáritas tiene por delante retos como la entrega de casas rectorales a los más desfavorecidos, con seis edificios en cartera

A. VILLACORTA

Sábado, 22 de noviembre 2014, 00:32

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«A las doce suelen producirse los nombramientos eclesiales», recordó ayer el arzobispo de Oviedo, y el mediodía de ayer fue el elegido para que Jesús Sanz Montes le entregase el decreto de su nombramiento al que será director de Cáritas Asturias durante los próximos tres años: Ignacio Alonso Areces, profesor jubilado, con dos hijos y una mujer que, explicó Sanz, le hará más llevadera la tarea, porque es voluntaria de la entidad diocesana desde hace tiempo. «Y, como dice el Génesis, no es bueno que el hombre esté solo».

Su esposa fue también determinante para que Ignacio Alonso aceptara el cargo, y así, en plural, lo contó el flamante director de Cáritas en el Palacio Arzobispal: «En la decisión tuvo importancia mi mujer. Juntos decidimos aceptar porque eso significaba prestar un servicio a la Iglesia en la que he crecido».

La elección de Alonso Areces tampoco se tomó a la ligera, sin estudiar detenidamente el perfil del candidato, apuntó Sanz Montes, ya que el nuevo responsable del brazo social de la Iglesia es un viejo conocido del gobierno diocesano. «No hemos hecho un casting ni nos hemos ido a tierras lejanas porque entendíamos que tenía que ser alguien de casa».

Alguien, destacó el prelado, «que tuviese cercanía y humanidad, con el que se pueda tratar. No queríamos un experto de dirección aséptico, sino alguien que supiese trabajar en equipo, con diálogo». Pero es que, «además de ser muy conocido en la Diócesis», Alonso «es también un gran conocedor» de su realidad.

Y eso, en función de su pertenencia a una comunidad de cristianos de base desde finales de la década de los setenta y porque, además, tiene experiencia previa en distintos cargos. Y, de hecho, «fue delegado del obispo para acompañar al laicado».

Con el bagaje que le dio también su activa participación en el Sínodo, Alonso promete una gestión que continuará el trabajo realizado por su antecesor, Adolfo Rivas, y en el que intentará estar lo más acompañado posible, por lo que instó «a hombres y mujeres a ofrecerse como voluntarios y colaboradores. Que se animen a dar el paso porque las necesidades son muchas y las manos y los recursos son siempre bienvenidos».

«No resignarse a la injusticia»

Ante esa «difícil tarea» en «una sociedad cada vez más polarizada», Alonso se encomendó a la Santina y llamó a los 2.000 asturianos que ya son voluntarios de Cáritas a «no resignarse ante la injusticia y a seguir sembrando esperanza en esta tierra», defendiendo, dijo, «la dignidad de la persona» y luchando contra la exclusión.

De mano, ya tiene retos concretos sobre la mesa, como desarrollar y gestionar el plan anunciado por el arzobispo el Día de Asturias en Covadonga de entregar varias casas rectorales a los más desfavorecidos. Y, por el momento, apuntó el prelado, «hablamos de seis casas en el centro de Asturias, sobre todo Oviedo», susceptibles de formar parte del plan.

Sobre lo que no se pronunció el arzobispo fue sobre los curas investigados judicialmente en Granada por pederastia. Sanz Montes únicamente se remitió a lo dicho por el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, quien pidió «perdón» en nombre de todos los obispos, ya que «nos encontramos ante un doble silencio de secreto de sumario: por una parte, el judicial y, por otra, el pontificio».

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