Tutelados por el Principado de por vida

«El sistema de protección tiene una puerta giratoria por la que pasan familias enteras. Ahora el Principado tiene la tutela de niños que son hijos y nietos de personas a las que también tuteló». La frase es de Marcos Madrigal, presidente de Identidad Para Ellos. Pero también la suscribe José Antonio García Santaclara, presidente honorífico de la Fundación Siloé, entidad que creó. Y coincide con lo denunciado por los profesionales del Centro Materno Infantil de Oviedo en 2011: «Por aquí pasan ahora bebés hijos de padres que también se criaron aquí. Hay familias que siempre están tuteladas por la Administración».

Por ello, Madrigal lanza un mensaje de alerta: «La política de Infancia debe cambiar. El sistema está fallando y lo vemos cada día». Lo dice él porque la entidad que preside es pionera en Asturias en la atención a extutelados por el Principado. Integrada por expertos en trabajo social y psicología, tiene como singularidad que también cuenta entre sus socios con adultos que fueron custodiados por la Consejería de Bienestar Social. «Yo mismo lo fui», explica Madrigal, quien lamenta que, «pese a los cambios y las inversiones que ha habido», los problemas «se mantienen».

Su opinión encuentra respaldo en José Antonio García Santaclara. Impulsor de los primeros programas de vida independiente para extutelados, así como de centros de día y pisos tutelados para menores en riesgo, Santaclara afirma que «es necesario revisar la política de Infancia. Hay buena voluntad e inversión, pero la atención a los menores no ocupa el primer lugar de la agenda. Y debe hacerlo». Por eso, él también encuentra ahora en los centros de día de Siloé «a jóvenes que acaban de salir de centros de acogida del Principado. Y no tienen nada».

De los 133 casos que tiene constatados Madrigal en los últimos años, quince corresponden a 2014. «Llegan a nosotros con graves problemas. Muchos, sin permiso de residencia, pese a que han vivido años tutelados por el Principado. Y, la mayoría, sin formación». Apunta Madrigal casos «con problemas de salud mental. Y se quedan en la calle».

Identidad para Ellos les ofrece apoyo, además de ayudas «para encontrar, al menos, una pensión en la que vivir algún tiempo». Por ese motivo, las propuestas que la ONG trasladó a la Consejería de Bienestar Social y Vivienda, para su inclusión en el Plan de Infancia, se centran en que «haya una línea automática de salario social para estos jóvenes. Pero rápida, no que tarde dos años. Y permiso de residencia para los extranjeros. Y programas de formación y empleo».

No se centran sus peticiones en los extutelados. Tanto Madrigal como Santaclara ponen el acento en que hay que trabajar con el menor «desde el principio. Y con sus familias. Pero el interés debe ser el del menor antes que el de su familia».

Porque ambos critican la prioridad que la familia biológica sigue teniendo en la legislación vigente. Un bebé puede pasarse toda su vida institucionalizado, sin posibilidad de ser acogido o adoptado, pese a que no haya interés de su familia biológica en hacerse cargo de él. Con una visita cada dos años, la Administración pone el contador a cero.

«De nada vale que un menor sea tutelado si, al final, vuelve con una familia que sigue con los mismos problemas que originaron que perdiera la tutela», lamenta Madrigal.