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Muro de contención en la ladera en la que se han detectado los deslizamientos de tierra, por lo que habrá de ser reforzado.
El Gobierno inyecta 20 millones más para contener la ladera de la variante

El Gobierno inyecta 20 millones más para contener la ladera de la variante

El Consejo de Ministros tiene previsto autorizar hoy las obras adicionales y de emergencia para resolver el problema crítico de Campomanes

RAMÓN MUÑIZ

Viernes, 19 de diciembre 2014, 01:02

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El Consejo de Ministros tiene previsto autorizar hoy una inversión de 19,7 millones para ejecutar obras adicionales de emergencia en el tramo Sotiello-Campomanes de la variante ferroviaria de Pajares. La inyección pretende completar los trabajos que se realizan para sustentar una ladera próxima a Campomanes. El corrimiento de tierras en este punto está reconocido como uno de los problemas críticos de la infraestructura junto a la entrada de agua al interior de los macrotúneles de 24,6 kilómetros que unen Asturias y León bajo el macizo de las Ubiñas.

La ejecución del tramo Sotiello-Campomanes fue encomendada en 2006 a Acciona. La empresa de los hermanos Entrecanales se comprometió entonces a terminarlo antes de que expirara 2009 y por unos 79,7 millones, sin embargo las dificultades despertaron pronto un debate. Los técnicos que el contratista puso sobre el terreno consideraron que el proyecto que les entregaba el Ministerio de Fomento, a través del Adif, calibraba mal los movimientos naturales de tierra en la zona.

El diseño fue elaborado por profesionales del Adif con la ayuda de Gabinete de Estudios Técnicos y Geocontrol. Para rebatirles, el contratista realizó nuevas cartografías, 70 cortes geológicos y más de 120 sondeos, datos que le llevaron a una conclusión: lo mejor era replantear el diseño y soterrar todo el tramo, que tiene una longitud de 4,3 kilómetros.

Los ingenieros del Adif interpretaron aquello como una maniobra para encarecer la factura y se ratificaron en su propio proyecto. No logrando los cambios propuestos, Acciona inició unas obras que, según lo contratado, debían haber concluido hace ya cinco años. Los deslizamientos en el emboquille norte de los túneles del Teso (de 786 metros de longitud) y en la ladera que lo sigue arruinaron la expectativa a base de vencer las estructuras inicialmente definidas para su contención.

El Consejo de Ministros ya intervino una vez en el asunto. Fue en abril de 2011, cuando autorizó obras adicionales de drenaje por valor de 14,7 millones. La idea pasaba por extraer mediante tubos el agua que se acumulaba en el subsuelo de la ladera y podía estar presionando el terreno.

La solución no logró el resultado esperado y el Adif reclamó la ayuda del ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Eduardo Pradera. Este especialista ya había sido llamado en su día por Acciona para solventar el problema en el emboquille de los túneles del Teso. El verano pasado entregó unos cálculos sobre el tipo de estructuras que podían atajar el problema en los kilómetros de ladera.

Sus números han sido plasmados en proyectos que dan forma a nuevas barreras de contención, pilotes y movimientos de tierra. Entre las dificultades que ofrecía su diseño una no menor pasaba por los posibles daños ambientales a uno de los arroyos. Las obras así proyectadas ya están en curso. En los últimos meses el trasiego de camiones y grúas en las proximidades de Campomanes es notable y la nueva inversión permitirá sostener ese ritmo.

Cabe recordar que la promesa de Fomento es abrir la primera vía de la variante antes de un año. El objetivo se ha topado los días 2 y 5 con dos accidentes laborales en el interior de los macrotúneles, con resultado de seis operarios intoxicados. Las empresas responsables de esos trabajos, San José y Peninsular de Contratas, apagaban el sistema de ventilación durante la noche, reanudándolo a las ocho de la mañana. El Adif está a la espera de que Inspección de Minas clarifique el asunto para reanudar la actividad en el interior de los tubos, si bien todos confían en poder hacerlo tras las fiestas de Reyes. Mientras, los avances siguen en el resto de tramos que componen una infraestructura, la variante, de 49,7 kilómetros.

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