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Un gorrión bebe de una fuente en el centro de una ciudad, una estampa cada vez más difícil de contemplar por el importante descenso en el número de estas aves.
Las ciudades se quedan sin gorriones

Las ciudades se quedan sin gorriones

Se calcula que en las ciudades de la Unión Europea se ha perdido el 20% de las aves comunes en sólo dos décadas

MARCO MENÉNDEZ

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 00:17

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La importante merma de aves comunes en las ciudades europeas puede ser un síntoma de la salubridad del medio ambiente urbano. Gorriones y golondrinas son las especies que más han disminuido su número y los expertos quieren saber por qué.

Asturias no es ajena a esta situación y de ello saben mucho los integrantes del Grupu d'Ornitoloxía Mavea, de Avilés, que llevan años siguiendo la evolución de estas aves en toda la región. Los cálculos indican que la población de gorriones habría descendido un 10%, pero la de golondrinas llegaría al 40%. Entre todas las aves comunes, ese descenso se situaría en torno al 20%, según datos de SEO/BirdLife.

Mavea tiene en marcha el Proyecto BB, que incluye censos parciales de distintas especies tanto en Avilés como en otras zonas de la campiña asturiana. Respecto al caso de la golondrina, César Álvarez indicó que «la causa es más difícil de diagnosticar, porque las aves migratorias transaharianas tienen oscilaciones poblacionales todos los años. De todas formas, sí que está en disminución en Asturias y hay dos causas importantes: la disminución del número de cuadras y naves ganaderas, por lo que tienen menos lugares donde criar, y el aumento del uso de pesticidas, por lo que comen más insectos intoxicados».

Lo curioso es que las poblaciones de migrantes transaharianos parecen comportarse de desigual manera, pues mientras las golondrinas disminuyen, otras especies como los vencejos parecen mantenerse y los aviones comunes «van camino de su extinción».

En cuanto al gorrión, los estudios realizados por Mavea indican que la pérdida de hábitat, es decir, de lugares habituales de cría, como puede ser por demoliciones de viejos edificios, no parece un factor determinante en la disminución de sus población. Pero sí lo podría ser en combinación con la disminución de insectos en el ambiente, debido «al cambio en la gestión de la siega y el uso de productos químicos».

El último estudio realizado por Mavea fue en mayo y junio pasados en distintos puntos del centro de Asturias, y en ellos se constató esa tendencia hacia la disminución de las aves comunes. Lo malo es que los expertos consideran a las aves un termómetro fiable del estado de la naturaleza, pero también del medio ambiente en el que se desenvuelven, en este caso el medio urbano, lo que debería alertar a las autoridades para tomar medidas.

125 millones menos

Puede parecer poco indicar que en una ciudad han disminuido en unos 5.000 ejemplares el número de gorriones o que ya prácticamente no se ven golondrinas en los cielos asturianos. Pero es necesario contemplar la situación desde un punto de vista más global y los ornitólogos advierten de que en sólo dos décadas en Europa se han perdido unos 125 millones de aves.

Para tratar de concienciar a la población sobre el declive de las aves comunes, se ha establecido el 20 de marzo como Día Mundial del Gorrión, una iniciativa de la Nature Forever Society, de la India. En general, se ha observado un descenso general de las especies ligadas a ambientes agrarios y, por contra, un aumento de las propias a los medios forestales.

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