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"Solo sobresalen de la nieve las chimeneas de las cabañas"

"Solo sobresalen de la nieve las chimeneas de las cabañas"

En La Raya, el pueblo más alto de Asturias, el espesor supera los tres metros y esperan estar incomunicados al menos dos o tres días

Noelia A. Erausquin

Jueves, 5 de febrero 2015, 12:19

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En La Raya, en San Isidro, saben lo que es nevar. Es el pueblo más alto de Asturias, a 1.560 metros de altitud, en la frontera con León, y allí los paisajes blancos son lo habitual del invierno, pero lo de esta semana tiene incluso sorprendidos a los vecinos, los tres que permanecen en esta localidad a pesar del anunciado temporal. El propietario del hotel restaurante La Braña, Juan Carlos Cordero, es uno de ellos. A este establecimiento intentan acudir los otros dos cada día, lo intentan porque moverse con espesores de tres metros no es fácil. Provistos de raquetas y con mucho esfuerzo tratan de acercarse al bar para, al menos, hacerse compañía.

Los habitantes de los pueblos más altos de la comunidad coinciden, nevadas como estas ya se vieron, pero hace mucho tiempo. "Antes iba nevando poco a poco y se iba acumulando la nieve a lo largo de todo el invierno, pero esta vez ha sido de golpe, lleva semana y pico sin parar", explica Juan Carlos Cordero, que asegura que hoy mismo nieva "como si estuviera empezando".

Desde su establecimiento el paisaje es abrumador, hay blanco por todas partes. Ni siquiera se pueden ver las cabañas que se encuentran frente a su casa, de las que apenas sobresalen las chimeneas y la mayoría de postes de señalización también están ocultos. El espesor, calcula, supera los tres metros y sigue acumulándose, así que no tiene muchas esperanzas de que la máquina fresadora pueda limpiar la carretera que da acceso al pueblo, al menos en dos o tres días. Y entonces llegará otra preocupación, la de los aludes, "y es terrible", señala, porque retirar la nieve acumulada no es fácil. "Esperemos que no se produzca ningún accidente", advierte, mientras "tira de pala" para poder, al menos, abrir la puerta del bar para recibir a sus dos vecinos después de una gélida travesía.

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