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Juan Enrique de Balbín y Fernando Rubiera, ayer.
«Potenciar el área central  de Asturias nos situaría como la cuarta economía del país»

«Potenciar el área central de Asturias nos situaría como la cuarta economía del país»

El Colegio de Arquitectos organiza un debate para tratar de explicar por qué han fracasado todos los planes de ordenación diseñados para su núcleo

R. MUÑIZ

Martes, 10 de febrero 2015, 00:22

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Para descongestionar sus metrópolis, los urbanistas de Londres y Barcelona tratan de completar las capitales con una red de ciudades de tamaño medio, donde se pueda dormir pero también vivir, y que a la vez tengan una oferta cultural específica. La idea es dividir el núcleo central, saturado, para que parte de su población y fuerza se disperse en más puntos del territorio. Es decir, intentan reproducir lo que en el área central de Asturias ha surgido de forma casi espontánea: «Un modelo plurinuclear que tiene la fortuna de que casi puedes pasear por cualquier acera y ver al final de la misma el campo».

La descripción la lanzó ayer Juan Enrique de Balbín Behrmann, arquitecto urbanista al que la Administración regional recurre con frecuencia para tratar de llevar a la práctica algo que quedó escrito en el estatuto de autonomía. El texto señala que en Asturias «podrán crearse áreas metropolitanas», artículo que animaba a la clase política a incentivar que las ciudades del área central se complementen y sumen esfuerzos. La consigna no ha logrado sin embargo llegar a la práctica. El propio Balbín Behrmann recordaba ayer que «en 1991 hubo unas directrices regionales, luego yo redacté tres versiones sucesivas para tres gobiernos distintos de unas directrices subregionales que nunca vieron la luz, en 2006 hubo otro intento de ordenación interesante que se asentaba en la idea del tren-tran, y más tarde vimos un 'Plan de los nudos de Llanera y Siero' que tampoco logró resultados prácticos».

La reflexión la lanzó en una jornada organizada por el Colegio de Arquitectos de Asturias justamente para analizar por qué han fracasado todos los intentos de potenciar las virtudes del área central y contener sus defectos. «Creo que desde la década de los 60 a los 80 el problema es que la gran prioridad era estar más cerca de Madrid y desarrollar suelo industrial, cuestiones que más o menos hemos logrado solventar. Si después de eso sigue aplazándose es porque no visualizamos la potencialidad que tiene el asunto», consideró Fernando Rubiera Morollón, economista de la Universidad de Oviedo.

Para paliar ese vacío, explicó una investigación realizada para medir la productividad de las ciudades de España. Los resultados del trabajo «señalan que Gijón, Oviedo y Avilés tienen una productividad superior a la que les corresponde por su tamaño de población. Sin embargo, si unes sus indicadores, resulta que su funcionamiento como una sola ciudad da un resultado un 15% inferior al que le correspondería». Rubiera entiende que «es un margen enorme de crecimiento económico; potenciar el área central en esa línea nos situaría como cuarta economía del país».

Para exprimir esas economías de escala que Asturias tiene a su alcance, el profesor propuso «una ventanilla única, de forma que pueda desde Gijón entregar los papeles que me pide Oviedo, y recuperar el Consorcio de Transportes, que hoy es poco más que una pegatina». En vez de avanzar en esa línea, De Balbín recordó que «tenemos el superpuerto, la 'zaliona', 'bobesón' y luchamos por un AVE que cuesta 2.000 millones y ahorra 15 minutos, cuando por 700 millones arreglamos los problemas ferroviarios de la región».

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