Asturias se vuelca con la donación de sangre

Asturias sí tiene sangre en las venas. Lo demostraron ayer más de 500 asturianos que respondieron a la llamada de auxilio lanzada por el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos ante la caída estrepitosa de sus reservas. El martes, el HUCA había suspendido operaciones por no haber plasma suficiente, lo que hizo saltar todas las alarmas. Tal fue la escasez de hemoderivados que además de aplazar cirugías no urgentes, La Cadellada también tuvo que reprogramar tratamientos ambulatorios. La falta de sangre, sobre todo del grupo 0+, hizo que el nuevo hospital viviera una situación crítica que en Asturias no se daba desde hacía una década. Pero lejos de equilibrarse, la situación se agudizó a primera hora de ayer al hacerse extensiva a Cabueñes, en Gijón, y al Álvarez-Buylla, en Mieres, que también suspendieron intervenciones. En el hospital mierense, el afectado fue un enfermo al que se le iba a implantar una prótesis de cadera. Sobre Cabueñes y el HUCA, Sanidad no facilitó datos de la actividad que se vio afectada, aunque sí adelantó que, al menos en el Hospital Central, «la reprogramación» se mantendría «durante toda la semana».

La respuesta ciudadana fue masiva. Las quinientas donaciones de ayer son todo un récord, ya que suponen más del triple de las bolsas que el Centro Comunitario obtiene un día normal en los diferentes puntos de extracción. Según la gerente de la entidad, «habitualmente solemos recoger 150 bolsas. Un día excepcional, 190». Por eso, ayer, María García estaba más que satisfecha por la respuesta solidaria de los asturianos, aunque advertía de que «el reto es conseguir que esa solidaridad se mantenga todo el año». De las 500 personas que donaron, 100 lo hacían por primera vez. «Ahora hay que convencerles para que sigan», señaló García.

La afluencia de donantes fue especialmente intensa en el Centro Comunitario, que mantiene su sede junto al viejo hospital, en Oviedo. A la una de la tarde, más de un centenar de personas ya se habían acercado hasta allí atendiendo al SOS. Entre ellas, la joven Irache Álvarez, de 25 años, que junto a sus amigas Alba, Isabel y Ana, no se lo pensó dos veces y en un descanso entre clase y clase de Enfermería se plantó en el Centro Comunitario. «Lo ideal sería no llegar a una situación de alerta, pero ahora toca ayudar», decían. Otro joven, Sebastián Rodríguez, que trabaja en la hostelería, lío la manta a la cabeza a su amigo Pablo, y no dudó en dar su sangre. Es donante desde los 18 (ahora tiene 23) y pertenece al grupo más codiciado: el 0+. «Siempre pensé que es una forma de ayudar a los demás. Es muy grave que no se pueda operar a una persona porque no hay sangre», resumía. Arsenio Álvarez, de 54 años, fue otro de los que no se quedó cruzado de brazos. «Es responsabilidad de todos», decía. Otros no tuvieron tanta suerte, como ocurrió en Candás, donde hubo una unidad móvil de extracción junto al Teatro Prendes. «Llegué a las dos y cuarto de la tarde y me dijeron que volviera a las cuatro. ¿Estamos en situación de urgencia y solo se puede donar en horario de oficina?», se quejaba una vecina.

Blanco: «No improvisamos»

Alto fue también el ritmo de donación en el centro de salud Puerta de la Villa, en Gijón, donde tiene su sede la Asociación de Donantes. Muchos de quienes se acercaron hasta allí tuvieron que desistir de hacerlo debido a la aglomeración. «A las nueve de la noche aún había gente esperando», resumía Lorena, que prefirió posponer su intención de donar para otro día. A esa misma hora, también había colas en el Centro Comunitario, en Oviedo.

Pero, ¿por qué Asturias llega a esta situación? El Centro Comunitario lleva tiempo alertando de la escasez de reservas de plasma, sobre todo tras el incremento de la actividad hospitalaria, en particular, del HUCA, preocupado en reducir sus abultadas listas de espera. En los tres primeros meses del año, La Cadellada consumió 4.140 bolsas de sangre, un 22,95% más que en 2014. «Ese ritmo no se puede sostener con el actual nivel de donantes», insistía María García, que planteaba la necesidad de «coordinar necesidades y ritmo» con los hospitales. «Para que dos personas bailen acompasadas deben seguir el mismo ritmo», ejemplificaba.

Quien también se refirió a este asunto fue el consejero de Sanidad. Faustino Blanco reconoció que el déficit de sangre es un tema que «preocupa», pero aseguró que no es algo que «pillara de improviso» a los gestores sanitarios, que «hace una semana» estaban «hablando de este tema». Entre las medidas extraordinarias, la unidad de extracción móvil estará mañana en el HUCA, donde se está pidiendo solidaridad también a los familiares de enfermos ingresados.

Hoy se podrá donar en Oviedo, en la Escuela de Ingeniería de Minas, en el Centro Comunitario (todo el día), y en Villoria. En Gijón, en el Polígono de Pumarín (por la tarde), en el IES número 1 (por la mañana) y en el centro de salud de La Calzada (todo el día).