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Rescate de la osa hallada en una cabaña, en Belmonte.
La necropsia de la osa de Belmonte se retrasa al viernes al estar el animal congelado

La necropsia de la osa de Belmonte se retrasa al viernes al estar el animal congelado

El presidente del Fapas ve «sorprendente» que no se haya tenido en cuenta su estado al programar su análisis para ayer en Gijón

MARCO MENÉNDEZ

Martes, 5 de mayo 2015, 00:38

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La primera necropsia que se iba a realizar en Asturias a un oso pardo cantábrico ha tenido que ser aplazada al viernes. Se trata de la hembra encontrada el pasado 14 de abril en estado muy grave en una cabaña de la localidad belmontina de Balbona y que falleció tres días después en un centro veterinario de Oviedo. El retraso se debe a que los restos del animal aún estaban congelados, por lo que era imposible que el personal del Centro de Biotecnología Animal que el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) tiene en Deva (Gijón) pudiera analizar los restos del plantígrado para averiguar las causas de la muerte.

Esta situación «sorprende», según Roberto Hartasánchez, presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), ya que indicó que era algo que los responsables del Principado deberían haber previsto antes de programar la necropsia para la mañana de ayer. Además, Hartasánchez añadió que la Administración asturiana «siguió las indicaciones que les dio el catedrático Marín, que vino desde León».

Tanto el Fapas como otras entidades conservacionistas no están de acuerdo con los resultados de las necropsias realizadas a los últimos osos hallados muertos. Éstas fueron realizadas por el mencionado Juan Francisco García Marín, catedrático de la Facultad de Veterinaria de León, y no convencieron a los ecologistas. Por eso presionaron al Principado para que la necropsia a la hembra hallada en Belmonte se realizara en Gijón.

El Fapas considera que este animal pudo haber muerto envenenado. Hace esa valoración en base a que «resulta evidente que la ausencia de heridas confirma que en su deterioro físico ha podido influir alguna enfermedad, pero al mismo tiempo no es posible descartar un proceso de envenenamiento». La entidad conservacionista espera que la necropsia pueda arrojar luz sobre las causas del fallecimiento de la osa.

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