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Guy Peters, a punto de liberar a la hembra capturada este fin de semana en el río Narcea.
El salmón 'indultado' por un inglés

El salmón 'indultado' por un inglés

«¿Cómo no iba a liberar a esa hembra, con la cantidad de huevas que tenía? Sería una locura matarla», explicó el joven británico

AZAHARA VILLACORTA

Miércoles, 20 de mayo 2015, 00:18

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«Ye mundial». Con esa frase tan asturiana describía ayer Jairo López, del restaurante Cabo Vidío, en Oviñana, a Guy Peters, «un chaval encantador y enamorado de la naturaleza» de 27 años, británico para más señas y ecologista sin carné, que este fin de semana decidió explorar Asturias junto con otro amigo y algunos anfitriones. Concretamente, el objetivo elegido fue el río Narcea, después de que los protagonistas de esta historia «se quedasen prendados de los cauces de la región» en una visita anterior al Principado.

Así fue como Guy y su amigo pasaron la mañana del viernes gestionando la licencia de pesca en Oviedo y cómo, ya el sábado, a eso del mediodía, se dirigieron a Cornellana, decididos a iniciarse en la captura del salmón «sin tener ninguna experiencia», apuntaba ayer Jairo, todavía «alucinando por la chiripa que tuvieron» cuando, por primera vez en su vida, los jóvenes echaron el anzuelo al río salmonero en un coto elegido por consejo de Juan, él sí un experto pescador de la zona.

Allí fue donde sucedió lo que la imagen que acompaña a este texto acredita. Que, «en una hora exacta de pesca, Guy consiguió una pieza espectacular con la que estuvo luchando durante media hora más y que pudo sacar del río gracias a la ayuda de otro pescador local que le prestó una red salmonera». Todo, «sin tener ni idea. Lo nunca visto».

«Fue algo único», corrobora Jairo López, que se sumó al asombro de los lugareños cuando la voz empezó a correrse por las riberas del Narcea: «Había conseguido una pieza de, al menos, diez kilos».

Pero si eso fue extraordinario, aún más lo que pasó poco después. «El salmón, una hembra, fue devuelto al Narcea tras diez minutos de caricias y emoción de los que allí estábamos», relató otro de los presentes, que apunta que «la pieza era extraordinaria, de las mayores conseguidas en lo que va de año en los ríos asturianos, sino la mayor».

Y, de hecho, el campanu de este año, de Asturias y del Sella, que enganchó el mes pasado Jorge Moreno Álvarez, vizcaíno de Leioa, en el coto de Los Llaos, pesó 5,850 kilos por los que se pagaron 5.500 euros, mientras que 4.000 se abonaron por el primer salmón del Narcea. Así que no es de extrañar que el propio Peters se llevase la sorpresa de su vida al encontrarse con esa «hembra espléndida» recién salida del agua.

Y ya con una experiencia que no olvidará en la retina, no lo dudó y decidió indultarla. «¿Cómo no iba a devolver a semejante salmón con la cantidad de huevas que tenía? Sería una locura matarlo», contó a sus acompañantes en un gesto que, según Jairo López, realizó «como si fuera lo más normal del mundo».

Y ya una vez recuperada de la impresión, la cuadrilla se desplazó al Restaurante Cabo Vídio a celebrarlo: «Cenaron fabada y merluza a la sidra, de la que comieron hasta el cogote. Yo nunca vi nada igual». Así, a contracorriente.

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