«Los pacientes tienen carencias emocionales que no sabemos abordar»

Una medicina cada vez más avanzada y tecnologizada pero a la que le cuesta abordar y detectar «las necesidades espirituales y emocionales de los pacientes». Es lo que opina el médico Julio Gómez, experto en cuidados paliativos que ayer participó en la jornada 'La comunicación al final de la vida', celebrada en Muros de Nalón. Este facultativo del Hospital San Juan de Dios, de Santurce, en Vizcaya, es un férreo defensor de la espiritualidad clínica, un término amplio que engloba «el sentido mismo de la vida y como lo vive cada uno. Puede incluir una visión religiosa o no». Cómo abordar la fase final de la vida es uno de los retos de los equipos encargados de atender a pacientes en la fase más avanzada de la enfermedad, pero también es una asignatura pendiente de la sanidad en general. De eso se debatió ayer en Muros de Nalón, en el encuentro organizado por la Asociación de Cuidados Paliativos 'Begoña Martínez Argüelles'.

«Tenemos un gran problema con la muerte, ya que sigue siendo un tema tabú. Y si no podemos hablar abiertamente de la muerte, mal vamos a poder abordarla», abundó Julio Gómez. Los facultativos y el personal sanitario «debemos formarnos para ser capaces de detectar las carencias emocionales y espirituales de los enfermos. En eso, aún estamos en pañales», indicó.

Las jornadas sirvieron de escenario para la presentación del estudio de cuidados paliativos que elaboraron las áreas sanitarias de Avilés y Jarrio. El informe, adelantado por EL COMERCIO, revela que en Asturias, pese a disponer de una importante red para la atención de pacientes terminales, la mitad de las muertes se producen en los hospitales. El Principado dispone de 13 equipos de estas características y de un total de 51 camas.