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El Principado afea a Greenpeace el «daño gratuito» causado a la región con su informe «subjetivo»

El Principado afea a Greenpeace el «daño gratuito» causado a la región con su informe «subjetivo»

Los ecologistas sitúan a Asturias como la cuarta comunidad más contaminada. El Gobierno tacha el estudio de «bucólico» y «subjetivo»

Ramón Muñiz

Viernes, 5 de junio 2015, 00:14

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El Principado no asume el informe elaborado por Greenpeace que deja en mal lugar la salud ambiental de la región. La organización ecologista chequeó 31 parámetros en las distintas comunidades autónomas, concluyendo que Asturias merecía el quinto peor resultado. La polución del aire, el peso de la industria y de las térmicas, así como la apuesta por la incineradora de residuos, se cuentan entre los 14 'puntos negros' que el colectivo identificó en la región. El estudio, titulado 'Radiografía social del medio ambiente en España', encontró aquí seis buenos ejemplos a seguir, entre los que citó el asociacionismo y resistencia de los colectivos conservacionistas, y la oposición frontal que la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, está protagonizando contra la Ley de Costas.

Fernández optó ayer por remitir una carta a la organización ecologista internacional, felicitándola por «su vocación sensibilizadora» y «lo novedoso del planteamiento». Lamentó sin embargo el «gratuito daño a la imagen de la comunidad autónoma» que habría provocado una «evaluación subjetiva, a veces de impresiones y conjeturas» y que habrían desembocado en «conclusiones desacertadas».

La consejera de Medio Ambiente entiende que la clasificación que ha hecho Greenpeace de las distintas comunidades autónomas «no parece responder a un indicador objetivo que tenga en cuenta el verdadero estado del medio ambiente en los diferentes territorios». Entiende Fernández que el ranking obedece a «una percepción subjetiva de su organización sobre determinados proyectos o actuaciones».

Cabe recordar que el estudio de Greenpeace otorga la mejor calidad ambiental a La Rioja, seguida de Navarra y Madrid. Para llegar a este orden Greenpeace confrontó varios indicadores sobre las emisiones de dióxido de carbono o el consumo eléctrico, pero dividiendo las cantidades por el número de habitantes en cada provincia. Es una metodología que penaliza a los territorios con importante presencia del sector secundario y problemas de despoblación.

Belén Fernández asegura en su misiva que «en el entorno de las centrales térmicas asturianas el estado general del aire ambiente es similar al de otras zonas del Principado donde los niveles legales se respetan». Además sostiene que «las exigencias impuestas estos últimos años a las compañías eléctricas» estarían haciendo posible una «muy razonable convivencia entre el mantenimiento de nuestro sector secundario y la calidad ambiental».

La consejera señala un supuesto error del informe al describir como un 'punto negro' el «polo químico de Arcelor». En su carta aclara que «no se trata de una instalación química, sino de una siderurgia integral, que es también la empresa generadora de mayor número de puestos de trabajo en el Principado». Fernández confía que su objetivo «no ha sido poner candados a Arcelor ni a las centrales térmicas, sino trabajar por hacer compatible la actividad industrial y el empleo». La titular de Medio Ambiente afirma que esa filosofía no le ha llevado a ser benévola ni «conformista con el balance actual».

El escrito remitido ayer a la sede de Greenpeace tilda de «bucólicas» las alusiones a que en Asturias existe un «amor por los herbicidas» o se puede dar un «fracking entre pumaradas», tal como señalaba el informe. La consejera indica al respecto que «no es cierto que existan varios permisos de investigación de hidrocarburos», como aseveran los ecologistas.

«Me parece bien estimular la competencia entre comunidades autónomas con el sano objetivo de mejorar la calidad ambiental» -concede Belén Fernández- «pero resulta imprescindible hacerlo en base a indicadores objetivos, cuantificables y comparables».

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