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Vestuario del HUCA con las nuevas taquillas.
Inspección de Trabajo obliga al HUCA a corregir el área de talleres y vestuarios

Inspección de Trabajo obliga al HUCA a corregir el área de talleres y vestuarios

El centro deberá habilitar un segundo espacio, próximo a hospitalización, con taquillas y aseos. De demorarse la solución el caso se llevará a la Fiscalía

LAURA FONSECA

Martes, 16 de junio 2015, 00:33

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En los primeros meses de arranque del nuevo HUCA, el complejo hospitalario que el pasado domingo cumplió su primer año de andadura, la Junta de Personal y los sindicatos llegaron a cursar más de 700 denuncias por fallos, averías, falta de seguridad laboral y un sinfín de deficiencias acumuladas en los edificios que conforman La Cadellada. Algunos de esos problemas se han ido solucionando en estos doce meses de singladura, pero otros no solo persisten sino que se han agravado. Tanto, que la Inspección de Trabajo ha vuelto a reprender a la dirección del hospital y la ha conminado a buscar una solución urgente bajo riesgo, sino, de llevar el asunto ante la Fiscalía. Lo más sangrante es lo que ocurre en los talleres del hospital, ubicados entre las urgencias y la morgue, en un espacio interno cuyos muros de hormigón no han sido siquiera recubiertos y donde, además, no hay sistema de ventilación. Los trabajadores llevan un año reclamando que se adecente la zona, en la que por no haber no hay ni aseos, lo que obliga al personal a tener que caminar más de 300 metros en busca del lavabo más cercano.

En los talleres, a los que está adscrita una plantilla de más de un centenar de personas, se llevan a cabo todo tipo de reparaciones de piezas y muebles del hospital. Sillas, puertas, camas y hasta novísimas butacas ya estropeadas del salón de actos, se acumulan en el segundo sótano de La Cadellada que se ha convertido en improvisado almacén de todo tipo de objetos. En los talleres, los técnicos deben manipular, cortar o limar materiales metálicos y de madera, por lo que la contaminación del ambiente es la tónica habitual (se producen gases de combustión), sobre todo, ante la falta de un sistema de ventilación. Algunos trabajadores se han negado a soldar «porque a este paso vamos a morir contaminados», se quejaba uno de ellos ante EL COMERCIO.

Largas distancias

Responsables del sindicato Sicepa han reiterado su denuncia ante Inspección de Trabajo, organismo que ha dado de plazo al hospital hasta finales de este mes. Sino hay arreglo, el caso se llevará a la Fiscalía. No obstante, parece que esta vía no será necesaria ya que el HUCA ha puesto en marcha obras de mejora en los talleres y está ahora construyendo un par de aseos. Queda pendiente de solucionar lo de la ventilación.

Otro de los cambios que tendrá que llevar a cabo la dirección de La Cadellada es la de habilitar un segundo vestuario. En el HUCA solo existe una zona en la que los trabajadores pueden asearse y dejar sus pertenencias bajo llave en taquillas. La misma está ubicada debajo de las Consultas Externas, muy lejos, por ejemplo, de los bloques de hospitalización y de urgencias, situados en la otra punta del complejo sanitario. La Inspección de Trabajo entiende que por las dimensiones del hospital y sus grandes distancias, unido al volumen de plantilla (más de 5.000 trabajadores), se hace necesario disponer de un segundo vestuario.

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