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Frente de vertido del depósito central de residuos que Cogersa gestiona en Serín.
El TSJA tumba el Plan de Residuos y deja a la incineradora sin amparo legal

El TSJA tumba el Plan de Residuos y deja a la incineradora sin amparo legal

Estima que el Principado introdujo «un cambio esencial» en el borrador sin someterlo a consulta pública. Es el tercer varapalo judicial al horno

Ramón Muñiz

Martes, 7 de julio 2015, 00:15

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Cogersa lleva meses diseñando una incineradora y una ampliación del vertedero que estimaba urgentes; ambos proyectos acaban de quedarse sin respaldo legal. Un error de tramitación cometido en la Consejería de Medio Ambiente permite de nuevo a los ecologistas críticos con el horno cosechar su tercera victoria judicial, dejando en una situación muy delicada toda la gestión de residuos.

Un auto del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), adelantado ayer por ELCOMERCIO.es, acuerda la anulación del Plan Estratégico de Residuos 2014-2024. Esta norma determinaba todo lo que se puede y debe hacer con los desperdicios en la región. El Consejo de Gobierno aprobó en marzo de 2014 su redacción final, en un gesto que actuaba como pistoletazo de salida: desde ese momento la Consejería de Medio Ambiente y el Consorcio de gestión de residuos (Cogersa) disponían de diez años para ir financiando obras y programas con un coste total de 312 millones. El resultado de esa inversión debía ser una nueva Cogersa, dotada de una incineradora que convertiría en cenizas y electricidad los desperdicios que no destinase a reciclaje.

Una abogada clave

Todo el esquema ha quedado sin embargo frustrado. El Conceyu contra la Incineración, a través de la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA) y el Grupo d'Ornitoloxía 'Mavea', interpuso un recurso contra la aprobación del plan. De la dirección letrada se encargó Olga Álvarez, quien en diciembre de 2011 ya había ganado una sentencia contra el horno.

Esta vez su impugnación señalaba hasta nueve presuntos vicios de tramitación distintos. Tras investigar el asunto, la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha terminado por darles la razón en uno de ellos, lo suficientemente grave como para tumbar el plan.

El auto, del que ha sido ponente el magistrado-juez Luis Querol, recuerda que la Consejería de Medio Ambiente sometió a información pública un borrador del Plan de Residuos entre cuyas actuaciones estaba la necesidad de construir con prontitud una planta de clasificación de basura bruta. Este tipo de instalación es intensiva en mano de obra y consiste en que los trabajadores revisen los desperdicios arrojados en la bolsa negra, para seleccionar los que los asturianos han arrojado sin darse cuenta de que podían ser reciclables.

Oviedo pidió la retirada

La planta de basura es una de las reivindicaciones clásicas de los ecologistas asturianos, sin que hasta entonces hubiera sido acogida por el Ejecutivo regional. Según aquel borrador, la instalación tenía un coste estimado en los 32 millones y permitiría separar para el reciclaje el 7,5% de las toneladas de inmundicias procesadas. En sus alegaciones, el Ayuntamiento de Oviedo planteó la retirada del proyecto, considerando que su rendimiento era escaso y no justificaba la inversión.

No fueron los únicos. La Junta General de Cogersa aprobó una resolución instando a la Consejería de Medio Ambiente a «no acometer la inversión de la planta de clasificación de basura bruta». El consorcio solicitaba que sólo se contemplase la planta de clasificación en caso de que llegados al año 2018 la región no estuviera cumpliendo con los objetivos de reciclaje marcados por el propio plan.

Esta impugnación fue acogida. En la versión del Plan de Residuos que aprobó el Consejo de Gobierno la planta de basura bruta desapareció de las urgencias a corto plazo y, efectivamente, su necesidad quedaba condicionada a lo que ocurriera en 2018.

El TSJA estima que de esta forma la propuesta de Cogersa «fue aprobada directamente, omitiendo el trámite de publicidad a fin de formular las alegaciones oportunas». A juicio de la Sala, excluir la planta de clasificación «supone una modificación esencial del plan publicado al dejar sin efecto una de las prioridades perseguidas para mejorar el medio ambiente como es el reciclaje y el tratamiento de residuos domésticos, para someter todos los residuos de bolsa negra a la incineración para su destrucción al menos hasta el año 2018»

Modificó las prioridades

Para los magistrados, el cambio era de tanta entidad que en la práctica suponía «una variación en la jerarquía de tratamiento de residuos, al dar preferencia a su eliminación por medio de la valorización energética, sobre la preparación y clasificación y el reciclaje, sin motivación suficiente». La sentencia considera que la ciudadanía tiene el derecho a alegar contra este nuevo esquema, motivo por el cual anula el plan y ordena que su versión actual vuelva a ser sometida a consulta pública.

El Conceyu contra la Incineración celebró ayer la decisión con un comunicado en el que señala que son ya «cuatro los planes fracasados en trece años, lo que muestra a la par la tozudez de la gestión socialista de residuos en Asturias y la incompetencia de sus gestores». El grupo crítico insta al próximo Ejecutivo regional al «abandono definitivo de la opción de la incineración». En caso de retomar el proyecto, anticipa su «firme voluntad para derrotar por cuarta vez la pretensión para envenenar el centro de Asturies masivamente, si se reproduce».

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