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José Joaquín Collado y Lydia Martínez brindan con sidra durante la celebración vespertina y ante decenas de ribadedenses.
Premio a un viaje de ida y vuelta

Premio a un viaje de ida y vuelta

El legado indiano de Colombres le sirve para proclamarse este año Pueblo Ejemplar de Asturias

JESSICA M. PUGA

Jueves, 10 de septiembre 2015, 00:17

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Lanzaron los voladores y comenzó la fiesta. Una celebración por todo lo alto porque Colombres se coronó como Pueblo Ejemplar de Asturias 2015 y, claro, la ocasión lo merecía. La capital del concejo de Ribadedeva brindó con sidra, bailó al ritmo de la música y celebró a «la tierrina que nos vio nacer o nos acogió sin preguntar por qué» una distinción a la que llevaba cinco años aspirando. El jurado encargado de su elección quiso poner en valor a una sociedad «cuyos vecinos, organizados a partir de un tejido asociativo plural, han sabido conservar y enriquecer el legado de los emigrantes asturianos, manteniendo su patrimonio y reivindicando ese pasado que convierte la emigración en un elemento dinamizador de la cultura, la economía y la sociedad». Es decir, se trata de un premio compartido con los emigrantes que entre los siglos XIX y XX optaron por poner mar de por medio y probar fortuna en América; pero, sobre todo, con aquellos que volvieron y han sabido hacer de Colombres un lugar único.

COLOMBRES

  • Ribadedeva.

  • La villa de Colombres es la capital del concejo de Ribadedeva, limítrofe con Cantabria. Está a 125 kilómetros de Oviedo.

  • Población.

  • El municipio ribadedense tiene unos 1.900 habitantes, de los que unos 1.200 viven en Colombres, la capital.

  • Riqueza indiana.

  • Con el Archivo de Indianos como máximo exponente, Colombres y sus alrededores se caracterizan por una riqueza arquitectónica destacable, fruto de las casonas levantadas por los emigrantes regresados tras hacer fortuna en América.

El primero en dar la noticia de la elección fue el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, a través de las redes sociales. Poco faltaban para las 14 horas cuando el anhelo de los colombrinos se hizo realidad. En apenas unos minutos, una veintena de personas se reunió a la puerta del Ayuntamiento para dar comienzo a los festejos. Entre ellos, Elisa Borbolla, Lucía Rodríguez, Manuel Bermúdez y Modesto Lorenzo. «Este premio evidencia el sentimiento de más de treinta asociaciones de toda índole, que son parte del revulsivo de la localidad», explicó Bermúdez. Su grupo, entre la emoción de la noticia recién conocida y los preparativos de los festejos vespertinos, destacaba que «Colombres siempre ha sido ejemplar, lo que ha recibido ahora es la oficialidad de un hecho».

Al caer la tarde, con la noticia asimilada y ya engalanados para la ocasión, llegó el momento de celebrarlo con champán y la bebida patria, al ritmo del dúo Mestura y el Coro de Ribadedeva, que entonó el himno local. Era hora de agradecer y festejar algo que «ya tocaba», decía Aquilina Prieto entre las decenas de personas que acudieron a la fiesta. Allí se evidenciaba la realidad de la villa: un lugar del que asturianos de bien se tuvieron que ir y a donde ahora acuden con sus descendientes; y una tierra que muchos escogen para irse a vivir. Ejemplo de lo primero son Marcelino Balboa Pérez y su hijo, Marcelino Balboa Guerra. El padre optó por dejar su Colombres natal para probar fortuna en Cuernavaca (México), y ayer el destino quiso que ambos estuvieran de vacaciones en la tierra de sus orígenes. «Es un auténtico orgullo que entre tantísimos hermosos lugares hayan puesto sus ojos en Colombres. La alegría hoy es enorme», reconocían.

Prueba del magnetismo turístico, aún discreto, que ejerce el concejo más oriental del Principado es el testimonio de quienes presumen de haberse mudado a Colombres. «Esto es el paraíso, es un lugar que enamora y por eso no me extraña que haya sido merecedor de otro premio de esta envergadura», decía Celestino Prieto, quien para su jubilación optó por la tranquilidad asturiana en lugar del frenético ritmo madrileño. «Tenemos multitud de actividades culturales, ferias y un patrimonio histórico inigualable y tenemos gastronomía, mar y montaña, ¿qué más se puede pedir? Bueno sí, que todo se conserve como está, que lo natural no se puede perder», alertaba. Algo parecido le pasó al catalán Manuel Molina, quien un buen día planeó un viaje a Cantabria y terminó comprándose una casa en Colombres. «Fue un flechazo. Esto es una maravilla», describía, y como prueba de su amor firma los documentales 'Concejo de Ribadedeva. Un paraíso natural de Asturias I y II'.

El buen ambiente reinó durante la jornada, en un paraje protagonista en sí mismo del galardón pues, resguardando la celebración, las casonas indianas, su plaza, el Ayuntamiento o la iglesia se levantan como testigos de un pasado que marcó Asturias y que, en Colombres, han sabido cuidar.

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