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Clientes, en una sidrería de Gijón.
Cada asturiano gastó 916 euros en 2014 en restaurantes

Cada asturiano gastó 916 euros en 2014 en restaurantes

Las escuelas de hostelería de la región constatan un «repunte» en el sector y una creciente demanda de profesionales

P. LAMADRID

Sábado, 10 de octubre 2015, 00:20

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Que Asturias es tierra de buen comer es un hecho de sobra conocido. El gusto de los asturianos por sentarse a mesa puesta en un restaurante está tan arraigado que el gasto por habitante en estos menesteres será el que más crezca en España en los próximos años. Así lo establece un estudio realizado por Ostelea, un centro universitario en materia de turismo ligado a la Universidad de Lleida. Según este informe, cada asturiano gastará, en 2018, un 14,71% más que en el pasado ejercicio.

Así, los asturianos dedicarán 1.050 euros de su prespuesto anual a disfrutar de los fogones ajenos. En concreto, gastarán 134 euros más que en 2014, cuando el dispendio en comer fuera se quedó en 916 euros. Asturias superará, si las previsiones se cumplen, la barrera de los mil euros al año, cifra que sólo rebasarán otras siete comunidades autónomas: Canarias, Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Galicia, Navarra y La Rioja. Respecto a la media nacional, se establecerá en 934 euros.

Los más ahorradores en comer serán los andaluces, aragoneses, valencianos, madrileños, murcianos, vascos, ceutíes y melillenses, que no llegarán a los 900 euros anuales en gastos de este tipo. Estas previsiones optimistas suponen una bocanada de aire fresco para los profesionales del sector, muchos de los cuales han atravesado grandes dificultades en los últimos años a causa de la crisis. De hecho, el gasto medio por habitante en Asturias cayó un 9,25% entre 2009 y 2014. Un bajón compartido por el resto de autonomías, que vieron caer el gasto en restauración de manera alarmante en algunas zonas, como en Aragón, que experimentó un descenso superior al 25%.

«Necesitan personal»

El panorama esperanzador que presenta este estudio también lo dibujan las escuelas de hostelería de la región, así como los institutos que ofertan grados relacionados con esta rama. Y es que la cifra de alumnos titulados que consiguen trabajo al terminar sus estudios va en aumento. Así lo confirma la jefa de estudios de la Escuela de Hostelería del IES de Llanes, Aurora González, que cifró en un 95% el número de estudiantes de la promoción de este año que «han salido colocados con un contrato laboral».

Esta estimulación del mercado también la contempla la jefa de estudios del IES Valle de Aller, Marisa Jove, en el que se imparten cursos de diferentes disciplinas hosteleras. En este sentido, destaca que «muchos establecimientos llaman al instituto porque necesitan personal» y el «grado de empleabilidad es bastante alto». Desde el Centro Público Integrado de Formación Profesional de Hostelería y Turismo, ubicado en Gijón, también observan que el sector «repunta un poco más».

Según la directora de este centro de referencia, María José Fernández, se nota la recuperación, aunque subraya que la demanda de plazas en la escuela de hostelería ha sido siempre alta. Y es que, en su opinión, este sector no ha sufrido «un bajón» tan grande como otras parcelas de la economía. Por su parte, la directora de la Escuela de Hostelería del Principado, Ana Zarauza, también confirma las buenas expectativas en torno al incremento del volumen de negocio en esta actividad. Asegura que, a través de boletines y otras comunicaciones profesionales, se percibe «que aumenta el número de contratados».

Razones para salir más a comer fuera de casa no faltan. Y es que los fogones asturianos son muy apreciados tanto por los autóctonos como por los visitantes de otras comunidades y países que se desplazan a Asturias. Como destaca Ana Zarauza, «contamos con una gastronomía excelente y unos precios bastante buenos respecto a otras regiones».

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