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La Universidad pide al Sespa médicos para que den clases en la Facultad de Medicina

La edad media de los facultativos que ejercen la docencia es de 63 años. El Grado «puede sufrir» cuando la ANECA lo examine, apunta Gotor

Ramón Muñiz

Sábado, 10 de octubre 2015, 00:20

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El prestigio del Grado de Medicina de la Universidad de Oviedo está en peligro y ayer se encargó de dar la voz de alarma el propio rector, Vicente Gotor. Curso tras curso la enseñanza asturiana figura entre las que más nota de corte exigen en todo el país para acceder. En estas semanas por ejemplo 150 alumnos iniciaron el primer curso y 1.104 aspirantes se quedaron fuera.

Parte de este éxito obedece a la importante presencia de profesores vinculados, esto es, médicos contratados por el Servicio de Salud del Principado (Sespa), que operan o pasan consulta una parte del día y luego acuden al aula a compartir su conocimiento. Esa riqueza del Grado es ahora su principal amenaza.

«La media que tenemos de profesores vinculados es de 63 años. Es una plantilla muy envejecida que indudablemente necesita renovación», diagnosticó Gotor.

Para atajar el gasto público, el Gobierno central limitó a todas las administraciones las posibilidades de contratar personal. Hasta 2014, apenas se podían cubrir un 10% de las plazas que quedaban vacantes por jubilación, este año el umbral se amplió al 50% y en 2016 ya habrá permiso para reemplazar a cada trabajador que se retire. El corsé afecta lo mismo al Sespa que a la universidad, pagando los platos el propio Grado. «Hace seis años teníamos 70 profesores entre catedráticos y titulares vinculados, y ahora hay menos de 50», reconoció el rector.

El suministro de profesores que cede el Sespa es «bastante problemático; he tenido dos reuniones con el consejero exponiéndole la problemática que tenemos», informó Gotor. Cabe recordar que el Grado de Medicina está pendiente de pasar el examen de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (ANECA), la fundación encargada de supervisar las enseñanzas universitarias.

La institución ya ha demostrado en Asturias el rigor que exige a las titulaciones y las decisiones que adopta cuando considera que no tienen suficiente nivel. Los intentos realizados por la Universidad de Oviedo para implantar en Mieres el Master de Caminos, por ejemplo, fueron abortados por la ANECA justamente por considerar que no existían profesores suficientes para sacar adelante la formación.

«El Grado de Medicina puede sufrir cuando se evalúe, puede tener problemas por esta disminución de profesores, cuando lo que han aumentado en estos años son los alumnos», subrayó Vicente Gotor. Pese a que los peticionarios que se quedan fuera superan el millar, desde el año 2008 la Universidad ha ampliado en 30 las plazas del primer curso.

El problema no es exclusivo de Asturias. Gotor fue ayer el anfitrión en una reunión de rectores, en la que Segundo Píriz Durán, su homólogo de la Universidad de Extremadura, afirmó que la dificultad para reponer profesores vinculados «es un problema de todo el sistema». La salida que están consiguiendo algunas comunidades «consiste en que los servicios de salud correspondientes estén cediendo algunas plazas de su tasa de reposición para que las universidades podamos traer profesores a la facultad».

La fórmula es la misma que Gotor viene reclamándole al consejero de Sanidad, Francisco del Busto. En los últimos años el Sespa agota su reducida capacidad para reponer plazas incorporando a personal estatutario. Los médicos vinculados a la universidad que se vienen jubilando o son amortizados, o acaban dando el relevo a otro facultativo pero al que no se le hace contrato para dar clases.

«Es obvio que ahí el Sespa tiene una tasa de reposición que tendrá que utilizar en algún momento determinado para estatutarios pero también para vinculados», reivindicó el rector. Si el Principado sigue amortizando las plazas de facultativos vinculados, la universidad acabará viéndose obligada a utilizar su capacidad de contratación para fichar profesores de Medicina que no sean clínicos, lo cual mermaría la calidad de la enseñanza, especialmente en los últimos cursos de la carrera.

36 jubilaciones este año

En la reunión los equipos rectorales también analizaron el Real Decreto aprobado el mes pasado y que permite sacar a convocatoria un determinado número de plazas de catedrático sin que computen a efectos de la tasa de reposición. «Es una ventaja pero no resuelve el problema», indicó Juan Antonio González, vicerrector de Profesorado. «En Oviedo tenemos 36 profesores funcionarios que se van a jubilar», cifró. Con la tasa de reposición del próximo año todas las plazas se podrán cubrir, aunque al menos el 15% deben ser reservadas a personal del programa Ramón y Cajal.

Incluso aunque por fuera de la tasa se convoquen plazas de catedrático su volumen es insuficiente para atender todas las bajas acumuladas. «Después de cuatro años con la tasa de reposición al 10%, nos encontramos con que hay 136 profesores acreditados para catedrático y 106 para titular de Universidad», indicó González. Se trata de aspirantes que acudieron a la ANECA para validar sus capacidades y ahora están a la espera de que salgan plazas. «Son la gente más valiosa y no se les puede desmotivar; el Gobierno tiene que reflexionar y cambiar la política de los últimos años», conminó el vicerrector.

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