Borrar
Eduardo Carreño, especialista en adicciones, atiende a un grupo de jovenes adictos al cannabi.
Solo una mujer por cada nueve hombres pide ayuda en Asturias por problemas de adicciones

Solo una mujer por cada nueve hombres pide ayuda en Asturias por problemas de adicciones

En las mujeres se oberva una prevalencia en drogas legales como las benzodiacepinas

efe

Martes, 13 de octubre 2015, 14:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La proporción de mujeres que acude a recibir ayuda por problemas de adicciones en Asturias es de 1 por cada 9 hombres, según un estudio de la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD). Además, los resultados de la muestra recogen que en el Principado la calidad de vida de las mujeres es mucho peor que la de los hombres en los parámetros revisados por la primera red europea en la atención a personas con problemas de adicciones, en colaboración con el Colegio de Sociólogos.

Esta diferencia entre géneros, a juicio de UNAD se explica porque a la hora de pedir ayuda las mujeres con problemas de adicción se "retraen" mucho más que los hombres y no se atreven a solicitar apoyo por temor a los prejuicios sociales. De hecho, cuando acuden a la red UNAD lo hacen forzadas por la confluencia de problemas jurídicos, sanitarios y personales.

Del estudio también se desprende que el 7 % de los varones atendidos por las entidades asturianas de UNAD tiene entre 16 y 25 años, sin embargo las mujeres que se deciden a pedir ayuda son mayores de 44 años en una abrumadora mayoría. Además, la mayor parte de las atendidas viven solas, están en desempleo y casi la mitad de ellas padecen varias enfermedades.

La droga más consumida por los varones que han recurrido a las entidades de UNAD en Asturias es la cocaína, seguida del cannabis y la heroína, y en el caso de las mujeres, se observa una prevalencia de adicciones a "drogas legales" como las benzodiacepinas. Ello explicaría que la edad media de las atendidas sea más alta, dado que el consumo de estas sustancias se relaciona con la menopausia y la creciente prescripción de fármacos para afrontar etapas de ansiedad e insomnio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios