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Formalización de matrículas de alumnos en la Escuela Politécnica del campus de Gijón de la Universidad de Oviedo.
La Universidad pierde un 7% de matrículas

La Universidad pierde un 7% de matrículas

Crece el alumnado global de los grados, pero bajan un 8% los estudiantes de nuevo ingreso

Elena Rodríguez

Martes, 20 de octubre 2015, 00:33

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De 23.218 a 21.562. La Universidad de Oviedo ha perdido 1.656 matriculados, un 7% en total, incluyendo quienes estudian cursos de adaptación a grados, enseñanzas en extinción (antiguas licenciaturas, diplomaturas e ingenierías), másteres y doctorados. Detrás de este descenso, hay dos motivos, según explica el vicerrector de Estudiantes, Luis Rodríguez. «Por un lado, los estudios de grado duran menos tiempo y, por lo tanto, salen antes titulados y, por otro, el rendimiento académico es mejor que el de licenciaturas y diplomaturas y acaban en plazo».

Dentro de esos números globales, la cifra de alumnos de nuevo ingreso también ha bajado en la misma medida, casi un 8% (7,89), al pasar de los 5.250 del año pasado a los 4.836 actuales. «No es un dato preocupante -añade Rodríguez-, pues la Universidad se mueve en similares cómputos en los últimos años. La razón es que se han titulado pocos estudiantes de Bachillerato, cuando el 85% de los nuevos ingresos se nutren de este grupo». Cabe destacar, además, que el adelanto del calendario (el curso universitario empieza en Asturias los primeros días de septiembre) no ayuda a captar alumnos de otras comunidades que se enfrentan a la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) ese mismo mes. Es el caso, por ejemplo, de los de Castilla y León y Galicia, explica el vicerrector. «Cuando piden plaza el 1 de octubre, podemos decantarnos por dos opciones: admitirlos a todos o inclinarnos por la más honesta, que es decirles que las clases ya han empezado hace un mes y ya tienen parte del primer cuatrimestre perdido». En cualquier caso, subraya el vicerrector, los datos de nuevo ingreso se sitúan en la línea del resto de las universidades españolas, y «la asturiana tiene un tamaño grande para los recursos de los que dispone».

En la otra parte de la balanza, la cifra global de estudiantes de grado aumenta. En concreto, de los 17.657 a los 18.034, un 2,1% más, un incremento que se debe a los estudiantes de sexto de Medicina y a aquellos que se tienen que adaptar de los planes viejos a los nuevos porque ya han agotado las convocatorias disponibles.

Siendo Derecho el grado más demandado, también es la carrera con mayor descenso de estudiantes de primero (-64), seguida de Ingeniería Mecánica, con 48 menos, y Química (-40). Por contra, la que más sube es Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, con 39 inscritos más, al pasar de los 106 de 2014 a los 145 de este curso.

Teniendo en cuenta todos los cursos de grado, Derecho ocupa, como se decía, el primer lugar del ranking de las más solicitadas, con 1.202 matriculados en total, seguida de Administración y Dirección de Empresas, con 1.038; Educación Primaria, con 919; Medicina, con 898, y Comercio y Marketing, con 714. Éste último, que se imparte en la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos de Gijón es uno de los que más ha crecido en total, con 50 alumnos más en total, aunque le preceden Medicina, que ha ganado 127; el doble grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE), con 96 más; Ingeniería Informática del Software, con un aumento de 63 y la antes citada Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, con 56 más. Como novedad este año, se imparte íntegramente on line el grado de Gestión y Administración Pública, con 24 alumnos.

Incremento en los másteres

Los matriculados en los másteres también han aumentado de los 1.550 del curso pasado a los 1.725 actuales. Esto es, han ganado 175 (+11,29%), un incremento que se debe, especialmente, a «la consolidación del Máster de Ingeniería Industrial» que se imparte en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, que comenzó en 2014 con dos cursos de duración y, ahora, entre primero y segundo curso, suma 151 alumnos, con todas las plazas cubiertas. Se trata de una enseñanza que habilita para la profesión de ingeniero industrial, para ejercer, y que cuenta con una ventaja más: confiere atribuciones, competencias, de todos los grados de ingeniería industrial que se imparten en la Escuela Politécnica.

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