La apertura de la Finba se retrasa a 2016

La apertura de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (Finba) deberá esperar unos meses más. Las obras para adecuar y amueblar el edificio del antiguo psiquiátrico de La Cadellada, ubicado junto al nuevo HUCA y que pasará a ser la sede de la Finba, no han finalizado en el plazo previsto.

Tras el cambio propiciado para este inmueble de cuatro plantas, que inicialmente iba a albergar el área administrativa del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias, la Consejería de Sanidad saliente había fijado septiembre de 2015 como fecha límite para la apertura de las oficinas y los laboratorios de la Finba en La Cadellada. Sin embargo, no será así. Y no lo será porque a los retrasos en el desarrollo de los trabajos de reforma se suma otra dificultad: la impugnación que pesa sobre el concurso para la compra del mobiliario, valorado en más de 600.000 euros. La resolución de este conflicto es el último escalón al que asiste el HUCA y un obstáculo añadido en el camino que pretende iniciar la Finba, que ya dispone de quienes serán sus primeros seis grupos de investigación.

El proceso para la instalación de los equipamientos se encuentra a la espera del dictamen de un tribunal administrativo con sede en Madrid. El director científico de la fundación confía en que todo quede resuelto en breve y que la Finba pueda comenzar a funcionar junto al HUCA a principios de 2016. Carlos Suárez no se anima a dar una fecha concreta, «ya que no es algo que dependa de nosotros», pero espera que en enero o febrero «ya podamos estar allí».

El edificio en el que estará la Finba es el único pabellón del antiguo hospital psiquiátrico que se salvó de la piqueta. Las obras de reforma ahora en marcha son las segundas que se llevan a cabo en su estructura en poco tiempo. Las primeras se desarrollaron en el marco del proyecto de construcción del nuevo HUCA y tenían como fin rehabilitar y adecuar el inmueble para ubicar ahí los servicios administrativos del hospital.

Los nuevos trabajos, los que le convertirán en sede de la Finba, tienen un coste de tres millones de euros, partida a la que hay que añadir los 600.000 euros correspondientes al mobiliario. Dicho concurso fue ganado por la empresa Burdinola, especializada en muebles para laboratorios. A la convocatoria solo acudieron dos empresas. El resultado no fue bien recibido por la empresa que quedó segunda, una firma de origen alemán, que recurrió.

10 laboratorios y un animalario

Seis serán los grupos de investigación que estarán en la Finba, donde se adecuarán en esta primera fase tres de sus cuatro plantas. Cada uno de los equipos dispondrá de unos 50 metros cuadrados. Habrá inicialmente diez laboratorios equipados, además de un animalario de pequeñas dimensiones. Dicho animalario, detalló Carlos Suárez, no tiene como intención reemplazar al que históricamente viene funcionando en El Cristo, «sino dar servicio a los investigadores de la Finba» en La Cadellada. El que está junto a la vieja Facultad de Medicina «dispone de equipos de imagen muy potentes y no tenemos la intención de duplicarlos», abundó dicho responsable.