El Huerna solo cerró una hora y 45 minutos en todo el invierno pasado

El pasado enero se desató en la cordillera «uno de los temporales de nieve más intensos en la cordillera cantábrica en los últimos 30 años», en palabras de Manuel Mora, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Durante 72 horas, el tráfico ferroviario entre Asturias y la meseta quedó interrumpido, hubo pueblos enteros sepultados por la nieve y helicópteros llevando víveres y suministros a los núcleos de montaña más altos. La AP-66 en cambio resistió razonablemente bien. Tanto que al final del invierno «sólo se produjo una restricción total de tráfico con una duración de una hora y 45 minutos, lo que supone un porcentaje de cierre del 0,04%» en toda la temporada, según informó ayer Aucalsa, la concesionaria de la autopista.

«Eso es verdaderamente histórico», reconoció ayer Gabino de Lorenzo, delegado del Gobierno en Asturias. El representante del Ejecutivo de Mariano Rajoy en Asturias acudió ayer a Campomanes para supervisar los efectivos que Aucalsa tiene preparado para la campaña de viabilidad invernal y conocer los números de la pasada. En los 13 días que duró el temporal de nieve, hubo precipitaciones de copos por debajo de los 400 metros de altitud, y se registraron acumulaciones de nieve de hasta tres metros de espesor en las cotas más altas. Para mantener abierta la pista, las máquinas distribuyeron 5.700 toneladas de sal común, 275 de cloruro cálcico y los camiones quitanieves recorrieron 89.090 kilómetros en nieve.

«El año pasado fue muy duro, pero haremos todo lo que esté en nuestra mano para garantizar la vialidad», indicó Eduardo Arrojo, gerente y director general de la concesionaria. De momento ya tiene listos a 14 camiones equipados con GPS, cuchilla, tolva y distribuidor de fundentes, 3 palas cargadoras, 2 máquinas fresadoras y 66 trabajadores concentrados en esta misión.

Cesintra protesta

MientrasDe Lorenzo ofrecía una rueda de prensa conjunta con su homóloga de Castilla y León, María José Salgueiro, y la subdelegada en León, Teresa Mata, sobre la coordinación entre ambas comunidades para mantener viable la autopista del Huerna durante el invierno, los transportistas ponían el grito en el cielo.

Lo hacían tras conocer por EL COMERCIO que el Gobierno central les ha dejado sin la rebaja del peaje de la que se beneficiaban los camioneros. A partir del 1 de diciembre pagarán 6,1 euros más. La patronal del transporte, Cesintra, mostró ayer su «descontento» y exigen una prórroga de la ayuda, «como haría cualquier gobierno serio».