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Chelo Tuya
Miércoles, 25 de noviembre 2015, 00:18
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Familias durmiendo en locales o almacenes. Pacientes dados de alta que se quedan en la calle con el pijama hospitalario como única posesión. Enfermos de salud mental sin tratamiento ni recursos ni nadie que les controle. Hasta 1.800 casos similares vio y trató Cáritas de Asturias en lo que va de año. Una situación que, si no mayor en cifras, sí es más alarmante en estado. Por los enfermos mentales «a los que nadie coordina», como los 36 que atiende Cáritas, y por las estancias «cada vez más largas en los albergues. La pobreza se cronifica».
Así lo aseguraron ayer los responsables en la región de la ONG de la Iglesia. Ignacio Alonso, su director, y Ramón Menéndez-Navia, responsable de programas, fueron los protagonistas de una rueda de prensa ofrecida en Oviedo para presentar la campaña 'Porque es posible, nadie sin hogar', con motivo del Día de las Personas sin Hogar que se celebrará el próximo domingo.
Quiere Cáritas lograr el domingo apoyo económico para afrontar los gastos de un millón de euros que le supone la atención a las 1.800 personas sin recursos que acuden a la entidad en busca de ayuda. Del millón, 300.000 euros salen de los fondos propios, pero Cáritas necesita más. No solo apoyo económico, sino también personal. Porque ahora cuentan con «60 voluntarios» que colaboran en la atención en los diferentes centros asistenciales que tiene en Gijón, Oviedo y Avilés.
Pero, sobre todo Cáritas quiere el compromiso de la Administración. «Queremos políticas sociales dotadas de medios, no solo de papeles», además de «mayor coordinación para el tratamiento de las personas sin recursos». Reconocen que el salario social ha paliado «algo» la situación de quiebra total de muchas familias, pero insisten en que «quizás con el salario social hay personas con más autonomía, pero lo cierto es que las estancias en los centros se han cronificado».
Una coordinación que también reclaman para el tratamiento sociosanitario. «Nos llegan casos hasta con el pijama del HUCA puesto. Con ellos hay que empezar de cero por completo». Un problema el de la salud que afecta, sobre todo, a las patologías mentales. Cáritas tiene ahora en sus centros a 36 personas con algún problema mental. «22 con esquizofrenia; ocho con patología dual (mental y toxicomanías) y seis que aún están sin diagnosticar».
Un mensaje que repetirán en los próximos días. Cáritas dedicará varias jornadas a concienciar a la sociedad de que «no hay derechos para nosotros y 'sobras' para las personas sin recursos» y pedir, sobre todo, «un tratamiento digno. Que recuperen su autonomía».
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