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Familiares de Quintanilla, con su hijo envuelto en la bandera de Gijón, junto al presidente del Ateneo Obrero y representantes políticos.
Culto a la enseñanza con Eleuterio Quintanilla

Culto a la enseñanza con Eleuterio Quintanilla

Una placa reconoce desde ayer en la calle de Covadonga la aportación a la Escuela Neutra Graduada de Gijón de quien fue su director

NACHO PRIETO

Domingo, 31 de enero 2016, 00:35

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La figura del anarquista gijonés Eleuterio Quintanilla y su trabajo como maestro y director de la Escuela Neutra Graduada sirvieron ayer para rendir culto a la enseñanza como motor del desarrollo moral de las personas y garantía de convivencia pacífica y mutuo respeto. Fue en un acto público celebrado junto al edificio número 7 de la calle de Covadonga, donde fue descubierta una placa conmemorativa de la aportación social de Eleuterio Quintanilla como docente en el mes en que se cumple medio siglo de su muerte en el exilio. El citado inmueble fue la primera sede de la Escuela Neutra Graduada y alberga actualmente el Ateneo Obrero de Gijón.

Tomaron la palabra el concejal Esteban Aparicio; el presidente del Ateneo Obrero, Luis Pascual, y dos familiares del homenajeado, pero el acto contó con una amplia representación política e institucional, como la directora general de Universidades e Investigación, Cristina Valdés, del Gobierno regional; los portavoces de los grupos municipales del PSOE y de Xixón Sí Puede, José María Pérez y Mario Suárez del Fueyo, respectivamente, así como los también concejales Ana Castaño y César González. Entre los asistentes se encontraba también el senador socialista Vicente Álvarez Areces, la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso y el exregidor ovetense Antonio Masip.

«Hijo predilecto»

Por enfermedad de la concejala de Cultura, Montserrat López, representó al equipo de gobierno municipal el concejal Esteban Aparicio, quien aludió a Eleuterio Quintanilla como «hijo predilecto de Gijón», aunque especificó que no tiene reconocida oficialmente esa condición. Aparicio indicó que, entre todas las facetas del «carácter polifacético» de Quintanilla, la docencia fue «norte y guía» de su vida.

Sin perjuicio de que el acto de ayer fuera organizado por el Ayuntamiento de Gijón, la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Eleuterio Quintanilla con diversas conferencias y otras iniciativas culturales está promovida por el Ateneo Obrero, cuyo presidente, Luis Pascual, hizo referencia al «nivel importante de vigencia» de los principios que inspiraron la vida del homenajeado.

Pascual recordó las palabras de uno de los nietos de Quintanilla el pasado viernes en el Ayuntamiento para corroborar que dejar en el olvido a personas como Eleuterio Quintanilla sería «un crimen». El presidente del Ateneo Obrero considera que personas como Quintanilla «tendrían mucho que aportar en los tiempos que corren» y dijo que «es una pena que el exilio nos haya privado de la presencia de Eleuterio Quintanilla».

'El bombero'

Dos fueron los familiares del homenajeado que intervinieron en el acto de ayer. Por una parte, su hijo, Eleuterio también, quien se mostró emocionado por el público recuerdo a su padre, pero también porque en el edificio de la calle de Covadonga donde se instaló la placa conmemorativa fue su escuela, donde aprendió a leer y escribir, y donde recibió una formación «para la libertad y la igualdad». Destacó el carácter conciliador de Eleuterio Quintanilla Prieto y recordó que «fue conocido como 'el bombero', porque apagaba fuegos cuando se producían tensiones».

Helios, uno de los nietos del homenajeado, aseguró que la faceta más relevante de su abuelo fue la enseñanza, bajo un «principio moral universal» que es «garantía de convivencia pacífica en paz, justicia y libertad».

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