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«Están destrozados, el niño era su vida entera», aseguran sus tías

Los padres del pequeño, sus abuelos y la familia más cercana aguardan en su casa de El Espín noticias sobre el rastreo para localizar al menor

OLAYA SUÁREZ

Miércoles, 10 de febrero 2016, 03:03

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«Están acostados y muy sedados, no reciben a nadie». Las pocas personas que ayer visitaron a Hugo Álvarez, a su mujer Betsy y a su padre en la casa familiar del camino del Cañón, en El Espín, en Navia, solo podían constatar la evidencia: «Están destrozados, el niño era su vida entera», acertaban a decir tras un breve encuentro dos tías abuelas de Brandomm, el menor que desde que llegó de su Perú natal el verano pasado se convirtió en «la alegría de la familia».

La fatalidad quiso que el infortunio ocurriese tan solo tres semanas después de que su padre, Hugo, pudiese regresar a España para reunirse con su mujer e hijo, de los que llevaba varios meses separado. «Ahora estaba encantando, disfrutando muchísimo de esta nueva etapa, en su pueblo y con todos sus seres queridos juntos», comentan sus allegados, que aún no pueden creerse que la desgracia se haya «cebado de forma tan cruel».

La pareja había decidido que el pequeño Brandoom creciese en Asturias, donde esperaban tener una mejor calidad de vida que en Lima. Fue precisamente allí a donde emigró hace varios años Hugo, tras una etapa trabajando como camarero en la cafetería La Isla -propiedad de sus tíos-, en el sector de la construcción y como guardia de seguridad. En Perú también se empleó como vigilante y, antes de que el infortunio se cruzase en su vida, esperaba poder encontrar un trabajo cuanto antes en España.

Tratamiento ambulatorio

«Están bajo tratamiento psiquiátrico. No sé cómo saldrán de ésta...», comentaba ayer un familiar. El padre del niño permaneció ingresado en el Hospital de Jarrio desde la tarde del accidente hasta ayer por la mañana. Recibió el alta, pero deberá seguir un tratamiento ambulatorio. «El único alivio ahora, dentro de toda la desgracia, es que aparezca el crío, aunque teniendo en cuenta cómo está la mar, parece muy complicado», reconocen los vecinos de Navia.

La familia, destrozada, aguarda noticias en la vivienda de El Espín. Los equipos de rescate continuaron con el rastreo en las inmediaciones de la playa de Frejulfe durante la noche con el objetivo de tener resultados positivos lo antes posible.

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