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I. REY
Sábado, 20 de febrero 2016, 02:44
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La abogada Ángeles Lázaro quiso aclarar ayer que su cliente, el exatleta Pedro Pablo Nolet, uno de los ocho detenidos en Asturias en el marco de la 'operación pértiga' contra el tráfico de sustancias dopantes, «no tiene nada que esconder» y por eso reanudó ayer su actividad laboral con «normalidad». «No tiene nada que esconder», insistió la letrada, que mostró, a través de la agencia Efe, su malestar por algunas informaciones que trascendieron desde que el martes arrestaran a su cliente, que permaneció en los calabozos dos días y que fue puesto en libertad por la juez titular del Juzgado de Instrucción número 3, Begoña Fernández.
Lázaro aseguró que era falso que en la tienda de la que el exatleta es encargado, en el barrio ovetense de Montecerrao, haya aparecido algún tipo de sustancia dopante. «Nolet es el primer interesado en colaborar con la justicia para que se esclarezcan los hechos», aseguró la abogada. Nolet, como los otros siete detenidos en Asturias, se acogió a su derecho a no declarar. «Lo hizo por expresa indicación mía, dado que hasta el momento la investigación está bajo secreto, por lo que se desconoce cuáles son las acusaciones», justificó.
La jueza decretó ayer la libertad «sin que llegara a celebrarse la comparecencia para decidir su posible ingreso en prisión preventiva», subrayó la abogada. Nolet fue elegido encargado de la tienda abierta el pasado septiembre por Pablo Castro, otro de los detenidos, que también fue puesto en libertad por «el aval» de su trayectoria deportiva para liderar «la tienda de la marca Nutrifrog, especializada en nutrición y suplementación deportiva, de productos naturales y saludables, que cuenta con las autorizaciones administrativas preceptivas».
Los ocho detenidos en Asturias en el marco de la investigación fueron puestos en libertad el pasado jueves. La operación, según publicó la agencia de noticias Efe, se extendió a otras ciudades, con un total de 15 detenidos y 20 registros, en los que se intervinieron medicamentos relacionados con el dopaje de competición.
En el entorno de los detenidos asturianos crece la indignación y los allegados insisten en que las tiendas en las que Castro, aseguran, peleó muy duro para sacar adelante «no se encontró nada y por eso están abiertas».
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