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Fernando Rubiera, en su despacho.
«No se trata de renunciar a nuestra identidad, sino de unir fuerzas»

«No se trata de renunciar a nuestra identidad, sino de unir fuerzas»

Profesor de Economía Aplicada y autor de las directrices

L. RAMOS

Viernes, 18 de marzo 2016, 03:02

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Disfrutar de todo lo bueno de una gran ciudad sin sufrir sus engorrosos atascos o su contaminación es posible. Asturias, además, es el escenario perfecto para lograrlo. Lo sostiene Fernando Rubiera, profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Oviedo y encargado de madurar las 'directrices subregionales de ordenación del área central de Asturias' presentadas el pasado miércoles.

¿Por qué una gran metrópolis asturiana?

Porque tenemos una realidad con muchos núcleos poblacionales y tres ciudades más o menos equivalentes, lo que puede ser, a la vez, un problema y una ventaja. Es decir, esto puede ser el paraíso, porque estas tres urbes tienen el tamaño óptimo para ser cómodas para vivir y permitir que en un radio muy pequeño tengamos una escala de ciudad muy grande. Podríamos aprovechar las ventajas de una gran urbe sin pagar los costes. Si sabemos aprovechar esta oportunidad tendríamos la ciudad perfecta. Pero también puede ocurrir todo lo contrario. Si no hacemos nada corremos el riesgo de encontrarnos con problemas típicos de ciudades mucho más grandes. Al no existir un centro único es más fácil residir en viviendas unifamiliares en espacios intermedios y desplazarse desde ahí a los núcleos poblacionales, ocupando más terreno y provocando más gasto, que es lo que está sucediendo. Esos desplazamientos, además, se suelen hacer en vehículos privados.

Uno de los pilares de su plan es el transporte público, ¿cómo lograr que los asturianos cambien su coche por el bus o el tren?

Lo primero es conseguir que sea una elección libre de la gente. Hay que evitar forzarles, como ocurre en aquellas grandes ciudades que cuando ya tienen un problema se ven obligadas a restringir el tráfico. Para lograrlo debemos diseñar un sistema de transporte público eficiente y competitivo frente al coche. Lo que pasa es que las ciudades asturianas están bien comunicadas internamente, pero entre núcleos es francamente difícil moverse. Y no porque no haya recursos, pues tenemos una red ferroviaria muy potente, pero está desaprovechada y estas líneas de bus urbano no están diseñadas desde una perspectiva metropolitana, sino local.

¿Cómo vencer los localismos?

Esa reticencia es algo que no entiendo. Siempre hay identidades fuertes dentro de cualquier ciudad mínimamente grande, pero eso no quita que tengas también una identidad global. Nadie tiene que renunciar a su identidad en este proyecto, sino pensar en cooperar entre distintas ciudades, unir fuerzas.

¿Cree que los alcaldes renunciarán a su soberanía?

No será necesario, pues el organismo que se propone estaría controlado por los propios alcaldes. El documento abre diferentes opciones, pero todas ellas pasan por que los gobiernos locales sean quienes realmente negocien, interactúen y tomen decisiones. A nadie se le escapa que es algo complicado, pero si no lo hacemos el futuro será todavía más difícil de gestionar.

¿Dónde queda la Asturias rural?

El temor de la gente es que la creación de esta metrópoli perjudique a las 'alas' de Asturias, pero es todo lo contrario. Su existencia pondrá a la región en el mapa europeo y reforzará el turismo del que dependen en gran medida estas áreas.

¿Y las grandes industrias?

Las que ya existen no se verán afectadas, pero el desarrollo de estas directrices permitirá acabar con la peligrosa disfuncionalidad que existe ahora debido a que los municipios actúan de forma separada, lo que podría llevar a que, por ejemplo, un polígono industrial y una zona residencial de diferentes concejos se solapen por falta de comunicación. Todo esto se verá a largo plazo, claro. Mejor dicho, lo que no veremos serán los problemas a los que nos estamos adelantando, en vez de esperar a que aparezcan e intentar arreglarlos.

¿Cómo integrar las cuencas mineras en todo esto?

La idea es crear un núcleo duro centrado en la 'Y', con Gijón, Avilés, Oviedo y todo lo que queda dentro de este triángulo, pero es interesante incluir también a la periferia, en especial a las cuencas. De hecho, podría ser una solución a la depresión que llevan años sufriendo, pues aunque se intentó que funcionasen de forma autónoma, con su dimensión está siendo imposible pese a los fondos inyectados. No consiguen arrancar por sí solas, pero, incluidas en un área metropolitana de estas dimensiones, su desarrollo sí que podría ser interesante.

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