Borrar

Las víctimas reflejarán un error del juez Sorando

PPLL

Martes, 3 de mayo 2016, 03:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Oídos los acusados, la Audiencia comenzará hoy a interrogar a los 170 testigos. El primer día será de víctimas, esto es, una madre gijonesa que interpuso la denuncia con la que nació el caso, y los deudos de una anciana que cursaron una denuncia anterior que resultó archivada. El equívoco tiene por protagonista a Jesús, yerno de esa anciana y que, enfadado al comprobar que alguien suplantó la identidad de su madre política, tira del hilo por su cuenta. Habla con la Agencia Tributaria, con las empresas que traspasaron fondos a la cuenta que alguien abrió a nombre de su familiar; sus gestiones acaban provocando que una mujer de altos tacones acuda a su casa y, en nombre de varias empresas, le diga que todo se va a solventar.

Días después describirá la escena en la comisaría, explicando que su siguiente paso será acudir a Avilés, a una dirección de la que sospecha, y comprobar quién vive ahí. El agente le dirá que no, que eso es cosa de la Policía, que se esté quieto. Jesús asiente y confía. La denuncia sin embargo caerá en manos del juez Ángel Sorando, que acababa de llegar a un callejón sin salida persiguiendo a una banda internacional con similar 'modus operandi'. Creyendo que esta ante otra denuncia sobre esa trama, se resigna y la archiva, sin ordenar diligencia alguna. Nadie le dirá a Jesús que la cosa está parada. Un año y medio después, cuando el caso estalla, se las arreglará para leer el sumario, y descubrir que sí, que en aquel piso de Avilés vivía también una mujer de altos tacones, funcionaria, la misma que cree que le visitó.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios