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María Jesús Otero, camino de la Audiencia Provincial.
Un viaje de Riopedre fue pagado tres veces por sus amigos, Igrafo y APSA

Un viaje de Riopedre fue pagado tres veces por sus amigos, Igrafo y APSA

«Me quedé pasmada al verlo en la contabilidad de las empresas», indica un testigo que ratifica que fue Otero quien organizó el obsequio

RAMÓN MUÑIZ

Jueves, 12 de mayo 2016, 03:12

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José Luis Iglesias Riopedre era un consejero afortunado. Tanto que al cumplir 70 años un grupo de amigos le regaló a él y a su mujer los vuelos y la estancia «en el hotel más caro de Tenerife, en el Puente de la Constitución», según detalló ayer la fiscal del 'caso Renedo', Carmen Rodríguez. Al principio habían pensado mandarle a Barcelona a ver un partido de fútbol, pero dados sus problemas cardiacos -tomaba nueve pastillas diarias, tiene tres by-pass practicados y lleva marcapasos tras sufrir dos infartos- consideraron mejor que se tomara unos días de relax al sol. El obsequio costó 3.300 euros y su factura está sirviendo ahora para que la fiscal acuse al veterano político y pida para él una condena de diez años y medio de prisión. El motivo es que el recibo apareció en las contabilidades de Igrafo y de APSA, lo que llevó a Rodríguez a interpretar que los proveedores fueron los que financiaron una «atención» al consejero.

En el juicio declararon ayer tres amigos de Iglesias Riopedre que intentaron salvarle rebatiendo la sospecha. Los tres aseguraron que María Jesús Otero fue la que organizó aquel detalle, que ella se encargó de seleccionar el destino y luego cobrarles, en metálico. «Fueron 150 euros o por ahí», dijo uno. «Éramos ocho o diez los que pusimos dinero», abundó otro. A la fiscal no le salieron las cuentas, y trató de apretar a los testigos: «¿No les extrañó que cinco días, en un hotel como ese, les saliera solo a 150 euros?». Invariablemente los testigos se encogían de hombros y alegaban ignorar lo que suele valer una estancia en un sitio así.

Las versiones recordaron el momento en el que los medios de comunicación desvelaron que Igrafo y APSA incluían ese viaje entre sus gastos de 2009. «Me quedé pasmada al verlo, no encuentro ninguna explicación, nosotros le dimos el dinero a Otero pensando que estábamos pagando ese viaje», afirmó la primera. Los dos que le siguieron usaron palabras calcadas.

«¿Es posible que Otero les engañase a ustedes como pudo engañar a las empresas?», sugirió el letrado de APSA, Javier Díaz Dapena. Los interpelados se zafaron de ese tipo de cuestiones, ofreciendo versiones que tenían así la virtud de salvar a Iglesias Riopedre sin cargar las tintas con su también amiga Otero. «¿María Jesús no les dijo que luego pagó ella con talones a APSA?», solicitó Ana Muñiz, la letrada de la ex directora general. «Sí, yo creo que ella lo pagó, me dijo que todo fue un problema de cheques endosados», auxilió la amiga.

El de ayer fue un día de amistades ya desde la antesala. A la misma hora tenía una vista el exalcalde de Cudillero, Francisco González, quien aprovechó para saludar a Iglesias Riopedre. «Hace mucho que no nos veíamos», confió.

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