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Operarios cambiando a 110 la limitación en la 'Y', en 2011.
Los expertos apoyan bajar la velocidad a 90 para reducir la contaminación

Los expertos apoyan bajar la velocidad a 90 para reducir la contaminación

«Lo que hemos visto en la M-30 de Madrid es la tendencia en Europa y no hay razón que impida trasladarlo a Asturias», valoran los ingenieros

RAMÓN MUÑIZ

Miércoles, 25 de mayo 2016, 03:02

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El debate está abierto. El Principado contratará este año la elaboración de un plan de movilidad específico para el área central. El objetivo es penalizar el uso del vehículo particular y promocionar el transporte público. Para ello se estudiará lo que ocurre en las vías de titularidad autonómica, pero también en las estatales y los servicios de Renfe. La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, presentó el lunes el proyecto, ofreció «mano tendida» a ayuntamientos y Ministerio de Fomento, y dejó algunas pistas de por dónde puede discurrir el análisis. Según recordó, «de acuerdo con algunos informes, pasar de 120 a 90 kilómetros por hora puede reducir las emisiones del orden de un 25%».

«Esa es la tendencia en la Unión Europea, el problema es que España es de los países con la velocidad media más alta, es un asunto sagrado; bajar un poco la velocidad no te hace perder mucho tiempo, pero nuestra obsesión nos impide apreciarlo», respalda Alfonso Perona, director de la empresa Estrategias de Movilidad Sostenible y que ha trabajado para administraciones asturianas. «A lo que se va es a pacificar las ciudades, pero también sus conurbaciones, rondas, y tramos de autovía próximos rebajando los límites a los 80 o 90 kilómetros por hora», agrega. «Las especificaciones técnicas de los vehículos señalan que su óptimo en consumo y emisiones está entre los 60 y los 100 kilómetros por hora», precisa. El experto lo tiene claro: «En la M-30 de Madrid y los accesos a Barcelona hemos visto algo que se hace en el resto del continente y no hay razones que impidan hacerlo en ciudades de tamaño medio como las asturianas».

Un ingeniero de Caminos con décadas de experiencia en la región, va más allá: «Existen razones ambientales, pero también de seguridad vial para poner el límite de la 'Y' en 90 kilómetros por hora». Este técnico, que exige anonimato, recuerda que la congestión llevó ya al Ministerio de Fomento a adoptar la medida en el tramo Santander-Torrelavega.

«Rebajar el límite puede funcionar como medida de concienciación social», reconoce Enrique Jáimez, gerente del cluster de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Universidad de Oviedo. El especialista advierte de que la relación entre velocidad y contaminación no es directa, que «dependen del tipo de vía, si el tráfico está en 50 por ejemplo, bajarlo a 30 tiene poco efecto». Jáimez considera que la clave de todo plan de movilidad «pasa por eliminar coches de las vías, sobre todo los contaminantes». Recuerda que en la UE hay países donde la zona azul y la viñeta «son gratis para los coches eléctricos, y los híbridos pagan el 50%».

En el colectivo ecologista, las palabras de la consejera fueron acogidas con satisfacción. «Ya no son ideas radicales que defendemos unos cuantos», se felicitó Paco Ramos, de Ecologistas en Acción. «Ahora lo que hace falta es coherencia con esos discursos y arrojo político para transformarlo en medidas», instó.

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