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Manuel Matallanas, el pasado miércoles en los pasillos del HUCA, en sus últimas horas como gerente del Área Sanitaria IV.
«Si volviera a realizar el traslado del HUCA lo haría más pausado»

«Si volviera a realizar el traslado del HUCA lo haría más pausado»

«Con el 'Milennium' es verdad que sufrimos mucho y que la gente salía llorando del hospital, pero fue un acierto. Ahora todo el mundo está encantado»

LAURA FONSECA

Lunes, 30 de mayo 2016, 00:46

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Manuel Matallanas (Madrid, 1951) se ha jubilado. Ayer, día 29 de mayo, cumplía 65 años y, al contrario de lo que muchos llegaron a vaticinar, finalmente se ha marchado, poniendo así fin a 40 años de trayectoria profesional en la sanidad pública. Médico radioterapeuta y hasta la pasada semana gerente del Área Sanitaria IV y máximo responsable del HUCA, Matallanas repasa por vez primera en esta entrevista lo ocurrido con el polémico traslado del nuevo hospital, proceso del que se cumplirán en junio dos años.

¿Sensaciones?

Uf, muchas... La jubilación, sobre todo si te sientes bien, siempre es un choque. En mi caso, además, coincide con una etapa de mucha actividad en la que no pensaba hace tres años.

¿En qué pensaba hace tres años?

Lo único que quería, antes de que me liaran con la Oficina del Cambio y luego con la gerencia del Área IV, era volver a mi servicio de radioterapia y disfrutar de los equipos con los que tanto habíamos soñado.

¿Habría querido seguir en lugar de tener que jubilarse a los 65 años?

Nunca es el momento ideal para dejarlo porque siempre tienes proyectos pendientes, pero hay que dar paso a los jóvenes y en sanidad, más.

Siempre sonó en las quinielas para consejero de Sanidad, ¿se marcha con la espina de no haberlo sido?

Sinceramente, ser consejero de Sanidad habría sido un honor pero tampoco es algo que me quitara el sueño.

Ha sido médico y gestor casi a partes iguales, ¿cambiaría algo?

Me considero un privilegiado. He tenido veintisiete años de actividad clínica y otros dieciséis de gestión en la dirección territorial del Insalud. De las dos facetas estoy satisfecho porque hice lo que me gustaba. Lo esencial no lo cambiaría.

¿Y del traslado al nuevo HUCA, cambiaría algo?

Cambiaría pocas cosas. Creo que acertamos al escoger el mes de junio. A lo mejor tendríamos que haber dilatado un poquito más la mudanza y dar más tiempo a la gente para que se acoplara a los nuevos espacios.

¿Y por qué no se hizo?

Esa opción se descartó porque había mucha lista de espera y no era posible paralizar las consultas externas. En todo caso, el proceso fue muy participativo. Todo el profesional que quiso pudo venir a La Cadellada antes del traslado; el problema es que muchos decidieron no acercarse hasta el mismo día de la mudanza.

Traslado y 'Milennium' a la vez, ¿no fue un error?

No, y sé que esto que voy a decir va a cabrear a muchos. ¿Podríamos haber hecho más cursos? Posiblemente. Pero el 'Milennium' es un sistema informático que solo puede evaluarse su funcionamiento real en vivo. No se pueden hacer simulaciones.

Los profesionales decían que no era un sistema ideado para el HUCA.

Es verdad. El 'Milennium' está pensado para hospitales americanos y tuvimos que cambiar las orientaciones de varios programas. Pero, insisto, es un sistema operativo con una gran potencialidad y en mi modesta opinión, aunque sufrimos mucho y es verdad que había gente que salía llorando del hospital, fue un acierto. Ahora todo el mundo está encantado y no quieren otra cosa.

¿No habría sido mejor hacer primero la mudanza y luego incorporar el sistema informático?

No. Habría dado problemas.

El 'Milennium' también los dio.

Si, pero habrían sido mayores. De no haberlo hecho de la forma en la que lo hicimos ahora mismo estaríamos todavía con el papel.

¿No se arrepiente de nada, entonces?

Hombre, preguntado así... Ya le dije que si volviera a hacerlo intentaría llevar a cabo un traslado más pausado, aunque eso habría traído otros efectos negativos.

¿Cuáles?

Más listas de espera.

¿Más todavía? Las de ahora son las mayores que tuvo nunca el HUCA.

Poner en orden el atasco que el traslado nos dejó en las listas de espera nos llevó casi año y medio.

¿Cuál fue el momento más duro en aquellos meses?

Fue un sumatorio. No sé, desde la caída de los ordenadores el día del traslado de las consultas externas hasta las famosas goteras. Aquel día soñé con las almas de los pobres enfermos mentales que habían estado aquí en La Cadellada. De todas formas, creo que mediáticamente se nos dio muchísima caña injustamente.

Que un hospital nuevo se inunde debido a una tormenta de verano no es normal, ¿no le parece?

Ya, pero tampoco es para focalizar la atención únicamente en eso, porque este hospital hace muchísimas cosas muy buenas.

¿No cree que una obra de 500 millones no debería sufrir problemas y averías de índole casi doméstico?

El HUCA es un macro edificio y tiene un mantenimiento complicado. La cascada del atrio se acabó por solucionar y ese sí fue un problema estructural, pero otros muchos, no.

¿Qué hospital deja?

Uno que en unos años estará en el 'top' de los diez mejores del mundo y con un plantel profesional que durante el traslado se comportó de primera y que será el que lleve al HUCA a su nivel más alto.

Perdone que sea quien le ponga pegas, pero también deja una de las mayores listas de espera.

Han sido casi tres años en los que el hospital no ha podido tener actividad normal porque, aunque nos trasladamos a lo largo de 2014, el proceso se inició mucho antes. En el nuevo HUCA hacemos más operaciones, más consultas y más pruebas.

Pero hay más demoras que en el viejo hospital, ¿cómo se entiende eso?

Porque la solución al problema de las listas de espera no pasa solo por aumentar los recursos, sino por poner orden en la demanda. Hay una hipermedicalización brutal y una sobredemanda también brutal.

¿Hay que indicar menos operaciones y pruebas?

No, hay que poner orden en los procesos clínicos y en los protocolos. Porque muchas veces mareamos a los pacientes con visitas reiteradas e innecesarias al médico. Ahora estamos ante un sistema que basa su funcionamiento en el consumo.

Ya para terminar, ¿su apellido, Matallanas, le supuso algún 'handicap' para ejercer como médico?

(Risas). No especialmente, salvo en el cole, que me llamaban 'matatodo'. Lo que me trajo problema es meterme en tantos fregados en defensa de la sanidad pública, pero estoy encantado de haberlo hecho.

¿Algún consejo a su sucesor o sucesora?

Consejos pocos; tal vez un ruego: que mantenga la estabilidad global y al equipo del área. Hay mucho sembrado y listo para crecer.

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