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CHELO TUYA
Domingo, 17 de julio 2016, 01:21
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Son españoles y amigos. Hasta el punto de que comparten tanto delito -ambos fueron juzgados por apuñalamiento- como condena: internamiento en régimen cerrado en el único centro en Asturias para menores con condena. El de Sograndio. Por eso planearon una fuga conjunta: saltar la valla del centro a la vez. Cada uno por una zona. Fue el viernes a las 13 horas. D. A. fue reducido por los vigilantes de seguridad. J. R. logró escapar. Aún lo busca la Guardia Civil.
Esta ha sido la primera fuga de Sograndio en lo que va de año, centro que lleva dos años inmerso en la polémica. Desde que en diciembre de 2014 cambió la empresa de seguridad, acumula fugas y conflictos. Algunos tan graves como el incendio de un colchón en una celda de aislamiento. Otros tan llamativos como el del joven que se fugó deslizándose por la valla con sábanas atadas.
Los del pasado viernes no utilizaron un método tan sofisticado. Simplemente, corrieron y saltaron. Lo hicieron aprovechando el momento en el que eran trasladados desde el taller de mecánica a sus habitaciones. En la actualidad, 35 menores están ingresados en Sograndio.
«Complacencia de Presidencia»
LaAsociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa), muy crítica con la gestión del centro desde que el Principado adjudicó la seguridad a la oferta más barata, volvió ayer a reclamar el cese «del director del centro».
Según explicó la entidad, «tenemos que volver a denunciar públicamente la negligente gestión de la dirección y de los responsables de la empresa de Seguridad Alcor, concretamente la Jefa de Seguridad, Belén Carballo, incapaces de evitar las graves irregularidades que se vienen produciendo en los últimos dos años , con la complacencia de la Consejería de Presidencia, incapaz de adoptar las medidas correctoras al objeto de evitar la repetición continua y reiterada de altercados y fugas». Lo dice Avispa porque el centro ha sufrido recorte de personal. «No hay plantilla suficiente», protestan.
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