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Rita muestra las excelencias de su minipicadora en su estand del Pabellón Central. :: MANSO
Cansadas, «pero contentas»

Cansadas, «pero contentas»

La venta con demostración durante 16 días, aunque casca la voz, da trabajo a gente en paro o estudiantes sin dinero para la matrícula

ADRIÁN AUSÍN

Domingo, 21 de agosto 2016, 01:41

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Rita vende por diez euros la minipicadora manual. Hace breves demostraciones con cebolla, tomate, calabacín o zanahoria y ¡ya! Caen como moscas. La única duda es si la quieren verde o roja. Al aparato le añade este año un accesorio para batir huevos y un cuchillo de regalo para decorar. «Este es un buen artículo, se vende muchísimo y estoy muy contenta», resume.

Rita llega al final de la Feria de Muestras «con la voz fatal», pero no se anima a tomar nada, ni tampoco a usar micrófono como algunos compañeros de tarea. Para ella, como para tantos, estos dieciséis días de certamen suponen una oportunidad de trabajar, por lo que aguanta estoicamente todos los contratiempos que puedan suponer alguna que otra impertinencia del respetable. «La gente en general, bien. Pero hay de todo, como en botica», anota. Este es su quinto año en la Feria, pero el primero con la minipicadora y la experiencia le está resultando buena en su puesto, junto a una de las puertas del Pabellón Central. Su única pena es tirar al final de cada jornada todas las hortalizas usadas para las demostraciones, pero con el paso de las horas no queda otra. Una señora se le acerca a preguntar si las cuchillas de su producto se estropean. «Como no piques piedras, te dura eternamente», asegura presta en una ágil demostración de 'oficio'.

En el puesto vecino, María vende por 10 euros un pack de envasado al vacío que consta de tres bolsas, tres válvulas, tres pinzas y una bomba; y de regalo añaden una tapa hermética. María necesita pagar la matrícula universitaria de Turismo Bilingüe, «de mil y pico euros», y no ha tenido acceso a beca. La Feria le da la oportunidad de hacer caja con ese objetivo y para ella eso es lo fundamental. Se confiesa «un poco cansada de la gente» (se refiere a quienes le dan malas contestaciones o descalifican groseramente su producto), pero está «contenta» por encima de todo.

Las ventas, indica esta gijonesa, no han ido mal y el ambiente entre los trabajadores, vecinos de puesto, es bueno. «Nos lo pasamos bien», anota. Entonces se asoman desde el puesto de su izquierda sus vecinos Juan y Juan Manuel. Y les pregunta: «¿A que nos lo pasamos bien?». La respuesta es una amplia sonrisa afirmativa. Y la aseveración: «Claro que sí».

El negocio de Juan y José Manuel está basado en la teletienda de Ehs TV. Ellos venden los productos anunciados a través de este canal televisivo, pero más baratos y sin gastos de envío. Esa es su principal arma. Según indican, su gran ventaja a la hora de convencer al cliente es que éste ya conoce el producto cuando se acerca al estand, con lo que ya tienen medio camino andado. Su producto estrella este año están siendo las zapatillas de confort gel con una membrana que se adapta al pie (15 euros), la fregona por centrifugado (20 y 35) y el limpiacristales Vileda con aplicador (49), una especie de máquina aspiradora con batería de litio. Los 16 días de Feria los sobrellevan, explican, «con té y eucalipto» para que la voz no se resienta demasiado y el balance, dicen, es bueno. «Casi al nivel del año pasado, que fue un poco mejor».

Donde tiran voladores es en la otra esquina del Pabellón Central. Las demostraciones de la escoba, fregona y mopa GommaPro son a caballo ganador. Tres minutos pasando este utensilio de caucho por superficies de parqué, mármol, sintasol e incluso moqueta quitando pelos, arena y porquería en general y la clientela, en su mayor parte femenina está ya estirando un billete de diez euros con el que adquieren dos unidades. Deva, la vendedora, acaba todas las tardes con la voz cascada. Toma caramelos Halls y tira millas un día tras otro con su mejor sonrisa. «Normalmente se vende a 15, pero por estar en Feria está a 10 y se llevan otra de regalo». reclama. Y surte efecto, hasta el punto de haber vendido cientos en estas dos semanas.

En la Feria, las demostraciones le aguardan al público en cada esquina. De sartenes, de aspiradoras, de segadoras, de colchones... Todo se argumenta y todo se vende hasta el último minuto del último día.

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