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Faustino García Arias, Sergio Calleja y Alejandro González.
La demora en el HUCA para una resonancia no preferente llega al año

La demora en el HUCA para una resonancia no preferente llega al año

El jefe de Neurología revela que el servicio consiguió mantener a raya la espera a costa de reducir el tiempo de consulta de los pacientes

LAURA FONSECA

Jueves, 6 de octubre 2016, 02:24

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La demora para someterse a una resonancia magnética «normal» en el HUCA, es decir, ni preferente ni urgente, llega al año. El dato salió ayer a la luz en el transcurso de la comisión parlamentaria de listas de espera de la Junta General que reanudó las sesiones tras un mes de parón. La de ayer fue una jornada intensa en comparecencias, que arrancó a las diez de la mañana y concluyó al borde de las ocho de la tarde. Fueron siete los citados a declarar. El primero fue Faustino García Arias, jefe de Radiodiagnóstico del HUCA, quien detalló que el servicio (el más voluminoso de la sanidad asturiana) realiza al mes más de 30.000 pruebas, entre las que se incluyen radiografías, resonancias, ecografías y escáneres. García Arias informó que en el último año, y gracias a la puesta en marcha de un plan de choque, los tiempos de espera habían logrado reducirse, sobre todo, para pacientes declarados preferentes, «ya que lo urgente, como su nombre indica, es urgente y se hace sobre la marcha», indicó. Para un escáner preferente la espera «ronda los 60 días», afirmó. Para una radiografía lumbar, el plazo es un poco mayor, entre tres y cuatro meses.

Sin embargo, queda pendiente de resolver el atasco existente para las consideradas pruebas «normales», que son una buena parte de las que solicitan los facultativos para poder concretar los diagnósticos, como expuso después, en su turno de comparecencia, el jefe en funciones de Neurología del HUCA, Sergio Calleja, quien señaló que la demora para una resonancia magnética de un paciente pendiente de diagnosticar, por ejemplo, una demencia, «puede llegar a un año». El responsable de radiología explicó que los cuatro equipos de resonancia que hay en el nuevo HUCA están al límite de capacidad. Los cuatro funcionan a diario, de lunes a viernes, de ocho de la mañana a diez de la noche. Según García Arias, la alternativa, que de momento el HUCA no sopesa habilitar, es la de extender el turno de noche, algo que ya realiza con éxito, dijo, el Hospital de Jove, «que cita a los pacientes hasta las dos de la madrugada». Dicho especialista explicó, por su parte, que los exámenes que se realizan en las resonancias magnéticas requieren de entre veinte y treinta minutos por paciente, como mínimo. Incluso, los hay de una o dos horas. De ahí que planteara, como alternativa, «un sistema de gestión de la demanda, ya que muchas de las pruebas que se piden no son estrictamente necesarias».

Alta tasa de interinidad

Precisamente, sobre este asunto, el neurólogo Sergio Calleja, hizo hincapié en la necesidad de desligar la formación médica de «los intereses de las farmacéuticas». En este sentido, indicó que los laboratorios, que son los que se encargan de la formación de los facultativos, no les interesa en lo más mínimo todo lo relacionado con las demencias, porque no es un campo que les genera beneficios económicos a través de las patentes de los medicamentos.

Calleja abogó también por gestionar la demanda y puso como ejemplo el programa que están llevando a cabo en colaboración con el servicio de Radiodiagnóstico para que «los casos preferentes sean tratados y gestionados como lo que son». Neurología es un servicio que cuenta con 17 facultativos, de los que apenas cinco son personal fijo, una precariedad laboral que, indicó, también pasa factura sobre la calidad asistencial. El área que dirige este especialista está ensayando una nueva organización del trabajo con el fin de mantener los actuales tiempos de demora, que «son razonables, unos 16 días, de media», expuso. En todo caso, indicó que las listas de espera en Neurología, un servicio que atiende más de 7.000 primeras consultas al año, se han conseguido mantener a raya retrayendo tiempo a los pacientes (se pasó de consultas de treinta minutos a veinte) y también de extender la jornada de los profesionales (sin remuneración) en una o dos horas diarias.

«Persiste el maquillaje»

Al término de la sesión, el presidente de la comisión y diputado de Podemos, Andrés Fernández Vilanova, aseguró que «persiste el maquillaje en la gestión de los datos sobre listas de espera». El parlamentario realizó esta apreciación tras conocer que según los datos aportados por el jefe de Radiodiagnóstico en el HUCA había en agosto pasado un total de 6.473 pacientes pendientes de una resonancia magnética frente a los 5.032 que la Consejería de Sanidad reconocía tener en esas circunstancias en la página web de astursalud. Por su parte, Podemos presentará el próximo lunes, ante la Junta de Portavoces, una nueva propuesta de calendario de comparecencias con el fin de incrementar las sesiones y conseguir que la comisión finalice su trabajo en febrero de 2017. Según esta propuesta la última en comparecer sería la exgerente del Sespa, Celia Gómez. Sería el 1 de febrero y con ella, habrán sido 95 las personas citadas a declarar.

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