El frío también es atractivo

. Se hizo de rogar, pero ya está aquí. Con la llegada del primer temporal frío del año, la pasada semana hizo aparición la nieve, que ya cubre los picos y las estaciones de esquí asturianas. Tras una larga espera, los amantes del blanco elemento se tiraban ayer al monte para estrenar la temporada de esquí o, simplemente, disfrutar de la invernal estampa que presentaban algunos rincones, como los Lagos de Covadonga, con su superficie cubierta por una capa de hielo.

En torno a unas 1.300 personas se decantaron por Valgrande-Pajares, duplicando con creces al medio millar que inauguró la estación un día antes. El buen tiempo, sin precipitaciones ni fuertes vientos, así como la calidad de la nieve, que muchos esquiadores alabaron, hicieron que esquiadores y 'snowboarders' lo pasaran de lo lindo en los 8,5 kilómetros esquiables, distribuidos en trece pistas y con espesores de hasta 80 centímetros. También permanecieron abiertas la pista de esquí de fondo y el 'snowpark'.

Algo similar sucedió en Fuentes de Invierno, con once pistas abiertas y un total de 7,2 kilómetros esquiables, con espesores de entre diez y veinticinco centímetros. Las bajas temperaturas de los últimos días y los intensas labores de adecuación, explicó el director de la estación, Jorge Fernández, hicieron posible la apertura ya el pasado lunes. Pese a que los primeros días las condiciones meteorológicas no acompañaron, la situación mejoró a lo largo de la semana y la afluencia de esquiadores ha ido en aumento. Durante la jornada de ayer, que comenzó con nevadas débiles, ya se notó «un mayor movimiento de gente. Había muchas ganas y eso se nota. Lo importante es que esto ya arrancó, y esperamos que vaya a más», explicaban desde la tienda Telesqui.

Naturaleza y nieve

Los Lagos de Covadonga se convirtieron ayer en la opción perfecta para pasar una jornada disfrutando de la naturaleza y de la nieve en familia y con amigos. En un día con un sol radiante los visitantes pudieron subir cómodamente en sus vehículos, sin ningún tipo de restricción del tráfico, sin atascos y con la carretera despejada. Fueron decenas de personas las que se acercaron a disfrutar de las impresionantes vistas que ofrecía el Mirador de la Reina para descubrir el valle de la zona de Cangas de Onís y las majadas, que siempre sorprenden en medio de las montañas tan escarpadas que presenta la zona. Pero donde más se concentraron los visitantes fue en los alrededores del lago de la Ercina, cubierto por el manto blanco y el hielo.

Ataviados con ropa térmica, guantes, bufandas, gorros y calzado de nieve, hubo hasta quien decidió dar un paseo en bicicleta, ante la atenta mirada de los presentes. Mientras, los más pequeños disfrutaron haciendo sus primeros pinitos en el mundo del esquí. La nieve caída en días anteriores permitió a los visitantes deslizarse también en trineo por las laderas de la montaña y realizar divertidas batallas de bolas de nieve con la familia o los amigos. No faltaron los que dejaron salir su lado más creativo para construir muñecos de nieve de todas las formas y tamaños y hubo quien, apoyado de bastones de nieve o raquetas, se lanzó a recorrer los lagos en una improvisada ruta por las laderas del Parque.

La temperatura reinante en los Lagos era muy agradable y muchos optaron por desabrigarse un poco a mediodía, a medida que fueron entrando en calor. La gran afluencia de público era en su mayor parte de procedencia regional. Había grupos de Pravia, Llanes, Cangas de Onís y Villaviciosa, pero también alguna familia de Madrid y varios leoneses que se acercaron hasta Asturias a pasar el fin de semana y decidieron aprovechar para visitar la zona.