El Principado emula a Fomento y recorta la iluminación viaria

El gran apagón de las carreteras se extiende. En el año 2010, el Ministerio de Fomento empezó a modificar las instrucciones técnicas que regulaban la iluminación en su red de carreteras, al objeto de contener la factura eléctrica. Los sucesivos cambios de esa normativa han dejado a cientos de farolas en los márgenes de las autovías instaladas, pero completamente inútiles.

El Principado ha terminado por sumarse a esta corriente. Según datos de la Consejería de Hacienda, en 2015 el consumo eléctrico en la red de carreteras autonómicas se redujo a 8.777 megavatios-hora por año, un 18% menos que el ejercicio anterior. Hasta entonces, lo habitual era que la Administración autonómica gastara más luz en cada ejercicio, como consecuencia de la ampliación de la propia red viaria y el rechazo a seguir los pasos del ministerio. Los nuevos ajustes han permitido, en cambio, minorar la factura en un solo ejercicio en 400.000 euros, dejándola en 1,5 millones.

La Administración regional no ha aclarado hasta la fecha qué criterio aplicó para aliviar el recibo, cosa que ya no oculta Fomento. En una respuesta al diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca le confirma que «de acuerdo a la normativa estatal de carreteras, la iluminación solo es obligatoria en túneles». A cielo abierto, rigen unas recomendaciones según las cuales «solo convendría iluminar aquellos enlaces en zonas con más de 120 días de lluvia al año cuando se supere el tráfico de 60.000 vehículos al día». Es un criterio que, en Asturias, solo cumplen algunos tramos de la 'Y'.