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Los exconsejeros Faustino Blanco y José María Navia-Osorio.
Los tres últimos consejeros de Sanidad niegan maquillaje en las listas de espera

Los tres últimos consejeros de Sanidad niegan maquillaje en las listas de espera

El actual titular, Francisco del Busto, revela que está auditando los servicios con más demoras y se queja del formato de la comisión de la Junta: «Es intimidatorio», dice

LAURA FONSECA

Jueves, 2 de febrero 2017, 01:24

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Tras nueve meses de sesiones parlamentarias, 99 comparecencias y 7.000 documentos para analizar, la comisión de investigación de la Junta General sobre listas de espera tocó ayer a su fin. Fue un cierre intenso, que se materializó en una sesión parlamentaria bronca por momentos y cargada de declaraciones políticas de calado. Sus protagonistas fueron los consejeros de Sanidad de las tres últimas legislaturas: José María Navia-Osorio (Foro, 2011-2012); Faustino Blanco (PSOE, 2012-2015) y el actual titular, el socialista Francisco del Busto. Durante las cuatro horas y media largas que duró la sesión, cada uno de ellos (unos más que otros) respondió a las preguntas que les formularon los diputados acerca de las demoras sanitarias, pero también se habló y debatió sobre la huelga médica de 2012, la jornada de tarde o el gasto en prótesis e implantes. Si en algo coincidieron los tres directivos, a pesar de sus diferencias políticas e ideológicas, es que «las listas de espera no se maquillan ni se manipulan». Otra cosa diferente fue cómo valoraron la evolución de las demoras y sus posibles soluciones.

El primero en declarar fue Faustino Blanco, consejero de Sanidad en la pasada legislatura, y sobre cuya gestión se centra buena parte de la labor auditora de la comisión de investigación que intenta determinar si existe o existió manipulación sobre los tiempos de espera del Sespa. Todos los grupos políticos, incluido el PSOE que tiene entre sus cuatro preguntas de rutina la de saber porqué se dejaron de publicar datos de demoras entre mayo de 2014 y septiembre de 2015, fracasaron en su intento por conocer los motivos de ese apagón informativo. Primero fue Ciudadanos, a través del diputado Armando Fernández Bartolomé, el que se interesó por la decisión de no facilitar las esperas en consultas y pruebas diagnósticas durante el mandato de Blanco. Pero el exconsejero no dio explicaciones y se remitió a lo dicho años atrás en la Junta General, conminando a su señoría a leer el diario de sesiones de entonces. «No tengo nada que decir y me remito a lo declarado en aquel momento», indicó. A partir de ahí, Blanco ya no se movió de su posición. No lo hizo ni frente a la insistencia de la diputada de Foro, Carmen Fernández Gómez, ni en el turno del PSOE, ya que la diputada Carmen Eva Pérez decidió no realizar las cuatro preguntas que habitualmente ha venido planteando a los comparecientes desde el inicio de las sesiones, en mayo de 2016. Entre las preguntas retiradas figuraban los motivos de la no publicación de las demoras durante el periodo referido y que afectaba directamente al exconsejero de Sanidad, Faustino Blanco. Asimismo, con un silencio como respuesta se encontró el parlamentario de Podemos Andrés Fernández Vilanova cuando quiso saber si «¿fue usted quien dio la orden de dejar de publicar datos de listas de espera?».

El anterior responsable de Sanidad no quiso opinar ni valorar lo dicho el día anterior por el que fue su mano derecha, el exgerente del Sespa Tácito Virgilio Suárez, quien sí reconoció que se habían dejado de facilitar datos de demoras durante año y medio, un hecho que atribuyó a «problemas informáticos» y al ensamblaje de dos sistemas como fueron 'Milennium' y 'Selene'.

En su intervención, Blanco negó por activa y por pasiva que hubiera maquillaje en las listas de espera. Con momentos broncos y de tensión, sobre todo cuando grupos de la oposición deslizaron acusaciones de «enchufismo», «trato de favor» y «oscurantismo» en la sanidad pública, el exdirectivo insistió en que las demoras «no están ni desbocadas ni descontroladas, ni mucho menos, maquilladas o manipuladas» y achacó el aumento en los tiempos de espera sufrido durante su mandato a la huelga médica de tres meses, durante la cual «hubo que suspender 5.000 intervenciones», y también a los traslados al nuevo HUCA y al hospital Álvarez-Buylla.

«Es usted un frívolo»

Por su parte, IU se interesó por conocer los motivos del conflicto médico que derivó en una huelga de 96 días durante su mandato. Rechazó Blanco, «como he oído en esta comisión», que el paro de facultativos se prolongara de manera intencionada por su consejería para ahorrar dinero. «Decir eso es perverso. No hay huelga que ahorre», respondió, a la vez que se mostró sorprendido «por esa extraña idea». Por el conflicto médico de 2012 también se interesó el diputado del PP, Carlos Suárez, insistencia que molestó al compareciente: «no sabía que aquí veníamos a hablar de los intríngulis de la huelga médica, sino de las listas de espera. Pierden ustedes el horizonte», recriminó.

Otro momento intenso y polémico lo mantuvo con el diputado de Podemos y presidente de la comisión de investigación Andrés Fernández Vilanova, cuando éste le acusó de haber metido a la sanidad pública en una huelga de tres meses «por querer usurpar el descanso tras la guardia médica». La crítica no fue bien encajada por el exconsejero, que contraatacó acusando a Fernández Vilanova de «frívolo» y «sindicalista». Ambos entraron en un cruce embarullado de críticas, lo llevó a Blanco a pedir amparo a la presidencia de la comisión, que en ese momento ejercía el PP.

A Francisco del Busto, actual consejero de Sanidad, le tocó cerrar la comisión y convertirse en el compareciente número 99. El facultativo aprovechó su intervención para lamentar «el modelo intimidatorio» escogido para la comisión parlamentaria, recordando que las actas de la misma estaban en manos de la Fiscalía. El actual titular de Sanidad declaró que «las listas de espera se confeccionan con datos elaborados por los profesionales y no se tratan en ninguna cocina política». Indicó, en este sentido, que las demoras habían mejorado sensiblemente entre 2015 y 2016 y que en la actualidad, el 60% de los pacientes son atendidos en un plazo de tres meses, aunque admitió como puntos negros los tiempos de más de seis meses que hay en el HUCA y Cabueñes.

Del Busto aseguró que Asturias figura entre las cinco comunidades con mejores ratios en atención sanitaria y anunció que su departamento está auditando a los servicios con demoras «por encima de lo razonable para intentar buscar soluciones». El titular de Sanidad confesó que «todos los viernes veo las listas de espera y cada lunes llamo a los gerentes para decirles donde van mal y para que me expliquen qué ha pasado». Precisamente, entre tanta cifra, acusaciones y anuncios políticos (la nueva ley de sanidad y la fusión de áreas se abordará esta primavera), hubo tiempo para alabar el trabajo de un servicio, el de Cardiología del HUCA, que sin 'peonadas' y con trabajo de tarde, «ha conseguido bajar las esperas y situarse entre los mejores servicios del país». En este análisis coincidieron dos consejeros hasta ayer con visiones casi siempre antagónicas: José María Navia-Osorio y Faustino Blanco.

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