Ramón Durán y Paz Andrés presentan sus candidaturas a Defensor del Universitario

Finalizó ayer el plazo para presentar las candidaturas al cargo de Defensor del Universitario, un puesto que en los últimos cuatro años ha sido ocupado por el catedrático de Derecho Ramón Durán, que opta a renovarlo. Por primera vez desde que esta figura fue desarrollada en un reglamento de 2005 el proceso contará con, al menos, dos aspirantes, pues fuentes de la Universidad aseguraron a última hora de ayer que hasta que no se reúna la mesa del claustro el lunes (presidida por el rector), que será quien resuelva posibles incidencias y proclamará oficialmente las candidaturas, no se sabrá con total exactitud el número de candidatos.

El catedrático de Derecho Civil Ramón Durán vuelve a optar al cargo de Defensor del Universitario. Frente a él, y por primera vez desde que esta figura fue desarrollada en un reglamento de 2005, habrá otra candidata. Es Paz Andrés, catedrática de Derecho Internacional Público. Los dos han superado con creces los 30 avales que necesitaban procedentes de al menos dos colectivos universitarios distintos y ambos presentaron anteayer, lunes, sus respectivas candidaturas. Paz Andrés lo hizo en el registro del campus de El Cristo y Ramón Durán, en el general, situado en la plaza del Riego. «Han sido años de intenso trabajo, con 1.200 casos atendidos, en los que he aprendido mucho y no he perdido la ilusión», señala Durán, quien considera que, «además de tener la obligación moral de defender mi gestión, hay mucha gente que me ha animado a seguir por la misma línea».

Estilos y perfiles

También tiene Paz de Andrés compañeros que le han animado a dar el paso por su experiencia académica y «una visión de la Universidad que puede ser útil» para el cargo. Su intención es «darle más visibilidad, que se sepa en los centros que existe una persona cercana e imparcial para escuchar y dar soluciones a los problemas que se plantean y no hay que ir a buscarla a un despacho que no se sabe dónde está y si lo hay o no lo hay». «En estos tiempos que vivimos, en la sociedad en la que nos encontramos, hay que ofrecer cercanía y proximidad», añade Andrés, quien señala que el claustro -configurado por algo menos de 300 miembros de la comunidad universitaria- tendrá que elegir el día 24 de febrero entre «estilos y perfiles».