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Las actuales vías de León-La Robla, a la altura de Azadinos.
Fomento aplaza el AVE y planea una reforma exprés del tramo León-La Robla por 18 millones

Fomento aplaza el AVE y planea una reforma exprés del tramo León-La Robla por 18 millones

La obra elimina pasos a nivel, permite ir a más de 160 kilómetros por hora, durará un año y apenas mejora los tiempos de viaje

RAMÓN MUÑIZ

Domingo, 5 de marzo 2017, 01:07

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El Ministerio de Fomento no renuncia al AVE a Asturias pero ha decidido que, durante unos años, el tren no pase de León. Para ahorrar costes, considera que desde la capital vecina hasta las tres principales ciudades de la región lo que procede a corto y medio plazo es ejecutar reformas parciales del trazado actual, obras que requieren una menor tramitación, inversión y que también ofrecen inferiores prestaciones.

El alumno más aventajado de esta nueva escuela es León-La Robla. En el año 2010 la ingeniería Prointec entregó un estudio informativo que detallaba cómo instalar vías propias del AVE en el tramo que ejerce de antesala a la variante de Pajares. El documento reconocía que el segmento, de 21 kilómetros, ya presentaba un buen estado. Estrenado en 1995, permite circulaciones de hasta 160 kilómetros por hora en algunas partes y soporta una «relativamente baja» densidad de tráfico. Aunque su aprovechamiento fuera escaso, como al consultor se le había pedido diseñar las mejoras que lo convirtieran en un tramo de alta velocidad, expuso sus soluciones, que pasaban por el tendido de tres vías (dos para el AVE y la tercera para mercancías), con alternativas que entonces estimó entre los 159 y los 190 millones. Según sus cálculos, la inversión apenas mejoraba en un minuto el tiempo de viaje.

A principios de 2014, Fomento se propuso terminar de dar forma a ese esbozo y contrató a Ineco para que, a partir de él, hiciera el proyecto constructivo, es decir, los documentos que le permitían lanzar la obra. Los ingenieros llevaban pocos cálculos iniciados cuando, en el departamento regido entonces por Ana Pastor, cundió el arrepentimiento. ¿Merecía la pena esa inversión?

Para calibrar el asunto, en paralelo, llamó al estudio Ingeniería y Economía del Transporte. «Dada la coyuntura económica actual, caracterizada por un proceso de consolidación presupuestaria, es necesario plantear un nuevo enfoque», indicó la administración en el pliego de condiciones. La idea era, como queda dicho, aparcar las grandes obras y centrarse en reformas parciales, es decir, plantear una primera fase del ambicioso proyecto anterior. «Se cree necesario llevar a cabo un replanteamiento de la solución del tramo objeto del contrato a través de un estudio previo (...) siguiendo los citados principios de austeridad presupuestaria y eficiencia en la mejora de la movilidad», reiteraba el pliego.

La empresa cumplió su parte. Actualizó los números del proyecto de alta velocidad y concluyó que en realidad la obra para prolongar la línea del AVE se podía arreglar con 127,06 millones, expropiaciones al margen.

Establecido este parámetro, propuso siete tipos de reformas parciales distintas, cuyos costes variaban entre los 68 millones, y los 15,17. «La solución a proyectar debe presentar unos criterios de máxima sostenibilidad económica, optimización de recursos disponibles y racionalidad», consideró. Esos motivos le llevaron a recomendar como alternativa «óptima» la denominada S1, que incluye el cambio de aparatos de vía en la estación intermedia de Santibáñez «y una sustitución parcial del armamento de vía del tramo». Esta combinación exige de apenas 20 millones de euros, «lo cual supone un ahorro del orden del 80%» respecto a la obra que permite el paso del AVE.

Comparación incompleta

Los técnicos contratados para buscar este plan B consideran que ahora mismo el Alvia invierte 17 minutos y 35 segundos en recorrer el tramo entre el inicio de la variante de Pajares y León. Con la línea en alta velocidad, entre el frenado y la aceleración, se quedaría en 16 minutos y dos segundos. La reforma parcial que proponen lo deja en 17 minutos y 15 segundos, es decir, casi el mismo tiempo de viaje que ahora, y apenas un minuto peor que la alternativa en AVE.

Un matiz. El cronómetro se ha estimado solo para el desplazamiento entre León y La Robla. Obvia por tanto que instalar ahí vías de ancho internacional, propias del AVE, tiene más sentido si se continúan en la variante de Pajares para extender la línea, al menos, hasta Pola de Lena.

La obra perfilada por el contratista suprime todos los pasos a nivel, cambia los aparatos de vía de Santibáñez y modifica ligeramente el trazado de esta estación para permitir una «velocidad mínima de 160 kilómetros por hora en todo el tramo». En el apeadero prevé una playa de vías que permita hacer a un lado los trenes de mercancías para dejar el paso libre a los pasajeros. Su propuesta original incluye el cerramiento de todo el tramo, la renovación parcial del material de vía e instalar ya el sistema ERTMS, esto es, el que facilita una conducción más automática y un régimen de alta velocidad. Aprobado esta propuesta funcional, el ministerio, a través de Adif, solicitó a los ingenieros que concretaran la solución en un proyecto constructivo. El documento recibió la aprobación técnica en septiembre de 2015, y, tras unos reajustes, considera que la reforma se puede solventar por 17,8 millones (IVA incluido) y con un plazo de obra de doce meses.

El ministerio mantuvo sobre la mesa esta opción durante unos meses, sin decidirse. Finalmente, a finales de 2016 ordenó rescindir directamente el proyecto de AVE que estaba haciendo Ineco, y apostar por esta primera fase de mejoras. Para ello ya ha iniciado los trámites de expropiación.

El cambio de orientación en León-La Robla tiene repercusiones. De mano, supone que el AVE asturiano se quede a medio plazo en León, una imagen que alimentará el discurso del agravio, máxime cuando el ministerio termine las líneas de alta velocidad de Galicia y el País Vasco.

La rebaja en la inversión, por otra parte, libera recursos estatales que pueden ser utilizados en otros proyectos, asturianos o no. Por último, anticipa cuál es el destino que le espera también al estudio informativo Lena-Oviedo actual, ese que proponía dedicar alrededor de mil millones para ejecutar en un entorno de geología complicada una variante. Su ventaja en tiempos de viaje era de diez minutos. La empresa que avanzaba el trabajo cumple un año con el contrato suspendido.

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